ICE reactiva un contrato millonario con una polémica empresa de software espía señalada de abusos a derechos humanos
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) reactivó un contrato de $2 millones con la empresa israelí de software espía Paragon, luego de que el expresidente Joe Biden suspendiera el acuerdo el año pasado.
Según se puede ver en el sitio web del Sistema Federal de Datos de Adquisiciones, ICE publicó una actualización en el contrato firmado inicialmente el 27 de septiembre del año pasado y que fue suspendido apenas 11 días después por el anterior gobierno.
“Esta modificación es para levantar la orden de suspensión de trabajos”, se lee en una actualización del contrato publicada el pasado sábado, y que primero fue reportada por el sitio web All-Source Intelligence.
Varios medios reportaron entonces que aquella suspensión podía deberse a la preocupación por parte del gobierno de que el contrato no respetara una orden ejecutiva firmada un año antes por el propio Biden, que prohibía el uso por parte del Ejecutivo de software espía comercial que representara riesgos para la seguridad nacional.
Sin embargo, apenas unas semanas después de aquella suspensión, Paragon fue adquirida en diciembre por AE Industrial Partners, un grupo inversor privado con sede en Florida, tras una operación por un valor de al menos $500 millones, según reportes. Como resultado, se fusionó con REDLattice, una firma de ciberinteligencia basada en Virginia.
No se conocen detalles de la finalidad de su uso por parte de ICE.
Paragon, cofundada en 2019 por el ex primer ministro israelí Ehud Barak, ha tenido entre sus clientes a agencias policiales y de inteligencia en Israel, Europa y EEUU.
¿En qué polémicas se ha visto envuelta Paragon?
"El gobierno da marcha atrás en su compromiso de evitar trabajar con empresas de software espía vinculadas a abusos de derechos humanos", destacó en su sitio web El Centro de Recursos sobre Empresas y Derechos Humanos al referirse a esta noticia.
Su nombre, de hecho, ha estado vinculado a grandes polémicas.
En enero, la compañía Meta informó que un software espía de Paragon llamado Graphite se había utilizado para atacar a unos 90 usuarios de Whatsapp como periodistas y activistas de derechos humanos en decenas de países, principalmente europeos.
“Hemos visto de primera mano cómo el software espía comercial puede utilizarse como arma para atacar a periodistas y a la sociedad civil, y estas empresas deben rendir cuentas”, declaró entonces un portavoz de WhatsApp a la agencia AP en un correo electrónico.
“WhatsApp seguirá protegiendo la capacidad de las personas para comunicarse de forma privada”, agregó.
Meta afirmó que la vulnerabilidad había sido corregida y que no habían detectado ataques posteriores.
El escándalo afectó especialmente a Italia, donde vivían varias de las víctimas de este espionaje y que dio paso a una enorme polémica y cuestionamientos a las autoridades, al tratarse de personas críticas con el gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni.
El Ejecutivo acabó admitiendo, tras una enorme presión, que era cliente de Paragon. Sin embargo, aseguró que solo usaba sus programas contra “grupos terroristas y criminales” y que no estaba detrás del espionaje a periodistas y activistas.
Finalmente, tanto el gobierno italiano como Paragon comunicaron que habían finalizado su relación contractual.
¿Cómo funciona el software espía de Paragon?
El software espía de Paragon puede comprometer un dispositivo sin intervención del usuario.
Al igual que el conocido software espía Pegasus del también israelí NSO Group, incluido en la lista negra del gobierno estadounidense, Graphite permite al operador acceder de forma encubierta a aplicaciones, incluyendo aplicaciones de mensajería cifradas como Signal y WhatsApp.
"No hay enlaces que hacer clic, archivos adjuntos que descargar, archivos que abrir ni errores que cometer. En un momento el teléfono es tuyo, y al siguiente sus datos se transmiten a un atacante", le dijo a AP en junio John Scott-Railton, investigador principal de Citizen Lab, cuando este grupo de expertos de la Universidad de Toronto publicó nuevos detalles sobre los ataques sufridos por periodistas con Paragon.
“Paragon está ahora sumido en el mismo tipo de escándalo de abuso por el que NSO Group es conocido”, agregó entonces el experto. “Esto demuestra que el problema reside en la industria y su forma de operar. No se trata solo de unas pocas manzanas podridas”.
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