Aunque muchos de los pobladores ya se movilizaron hacia los albergues temporales, otros se niegan a salir de la zona cero y prefieren quedarse cuidando sus hogares sin importar los riesgos y las advertencias de las autoridades. Desde que ocurrió la erupción que dejó sepultada a la comunidad Los Lotes el pasado 3 de junio, el volcán no ha dejado de tener actividad y nuevamente pasó los límites de seguridad.