¿Por qué detuvieron el fusilamiento de un preso con demencia en Utah?
La inminente ejecución de un hombre por fusilamiento en Utah fue bloqueada el viernes por la Corte Suprema del estado después de que sus abogados argumentaran que debería ser perdonado por padecer demencia.
Ralph Leroy Menzies, de 67 años, iba a ser ejecutado el 5 de septiembre por secuestrar y asesinar en 1986 a Maurine Hunsaker, madre de tres hijos en Utah. Cuando se le dio la opción, hace décadas, Menzies optó por un pelotón de fusilamiento como método de ejecución, lo que lo habría convertido en el sexto estadounidense ejecutado por un pelotón de fusilamiento desde 1977.
Los abogados de Menzies habían iniciado un nuevo proceso a principios de 2024 para liberarlo de su condena a muerte, argumentando que la demencia que su cliente desarrolló durante sus 37 años en el corredor de la muerte es tan grave que usa silla de ruedas, depende del oxígeno y no comprende por qué se enfrenta a la ejecución.
La Corte Suprema de Utah dictaminó que Menzies alegó adecuadamente un cambio sustancial de circunstancias y planteó una duda importante sobre su aptitud para ser ejecutado, concluyendo que un tribunal inferior debe reevaluar su competencia.
"Reconocemos que esta incertidumbre ha causado un inmenso sufrimiento a la familia de Maurine Hunsaker, y no es nuestro deseo prolongarlo. Sin embargo, estamos sujetos al Estado de derecho", declaró el tribunal en la orden.
La decepción de la familia de la víctima
Hunsaker fue secuestrada de una tienda el 23 de febrero de 1986. Posteriormente, llamó a su esposo para decirle que había sido asaltada y secuestrada, pero que su secuestrador la liberaría esa noche.
Dos días después, un excursionista encontró su cuerpo en una zona de picnic a unos 25 kilómetros de distancia, en el Cañón Big Cottonwood. Hunsaker había sido estrangulada y degollada.
En una declaración a los medios de comunicación, los familiares de Hunsaker expresaron estar "obviamente muy consternados y decepcionados por la decisión de la Corte Suprema" y solicitaron privacidad.
Associated Press envió mensajes telefónicos y de correo electrónico el viernes a un portavoz de la Fiscalía General de Utah solicitando comentarios sobre el fallo.
Un abogado defensor de Menzies afirmó que su demencia había empeorado significativamente desde la última vez que se le realizó una evaluación de competencia hace más de un año.
"Esperamos presentar nuestro caso en el tribunal de primera instancia", declaró la abogada Lindsey Layer.
Corte Suprema no permite ejecuciones de personas con enfermedades mentales
Menzies no es la primera persona en recibir un diagnóstico de demencia mientras espera su ejecución.
En 2019, la Corte Suprema de Estados Unidos bloqueó la ejecución de un hombre con demencia en Alabama, Vernon Madison, al dictaminar que estaba protegido contra la ejecución en virtud de una prohibición constitucional contra los castigos crueles e inusuales. Madison, quien mató a un policía en 1985, murió en prisión en 2020.
Ese caso se produjo tras fallos anteriores de la Corte Suprema que prohibían las ejecuciones de personas con enfermedades mentales graves. Si un acusado no puede comprender por qué muere, dictaminó la Corte Suprema, una ejecución no está llevando a cabo la retribución que la sociedad busca.
Los expertos médicos convocados por la fiscalía durante las audiencias sobre la competencia de Menzies afirmaron que aún conserva la capacidad mental para comprender su situación. Los expertos convocados por la defensa afirmaron que no.
La última ejecución en Utah se llevó a cabo mediante inyección letal hace un año. El estado no ha utilizado un pelotón de fusilamiento desde la ejecución de Ronnie Lee Gardner en 2010. A principios de este año, Carolina del Sur ejecutó a dos presos mediante un pelotón de fusilamiento.