Roxana Amaya y sus hijos narran cómo fueron impactados por las ráfagas de hasta 85 millas que pasaron por el área este miércoles. Dicen que tuvieron mucho miedo y tuvieron que refugiarse en el subterráneo de su vivienda. Pese a que no sufrieron daños materiales, su mascota se perdió durante la tormenta.