El jade es una piedra semipreciosa que ha sido utilizada en las culturas asiáticas como herramienta para la curación espiritual y el trabajo con la energía. Tiene una variedad de colores, aunque la mayoría de las personas lo asocia con el verde, su tono más común. A través del jade se busca el equilibrio de los chacras, la meditación, la sanidad psíquica y otras variantes de la medicina oriental.