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Salud Infantil

En un instante un niño puede tragar una pila de botón y sufrir secuelas graves: esta ley ayudará a evitarlo

Las pilas de botón abundan en los objetos cotidianos y son diminutas, por lo que su ingesta puede ocurrir en cuestión de segundos y pasar desapercibida ante los padres, como le ocurrió a la pequeña Reese Hamsmith quien murió con tan sólo 18 meses por esta causa. Pronto habrá regulaciones que ayudarán a prevenir que tragedias como esta vuelvan a ocurrir.
Publicado 18 Ago 2022 – 12:44 PM EDT | Actualizado 21 Nov 2022 – 05:47 PM EST
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En un instante en el que su hija de 18 meses tragó una diminuta pila de botón sin que ella siquiera lo notara, la vida de Trista Hamsmith cambió para siempre.

Para el momento en el que se dieron cuenta de lo que había ocurrido al ver que la batería del control remoto estaba perdida, el daño era irreversible. Los síntomas iniciales de un mero resfriado se agudizaron y una radiografía confirmó su peor temor: la pila se había alojado en el esófago de la niña. No hubo manera de salvarla.

Este año Biden acaba firmó una ley con el nombre de la pequeña -Reese Hamsmith- que ayudará a evitar que tragedias como esta se repitan.

A partir de ahora la Comisión de Seguridad de Productos deberá crear estándares de seguridad especiales para estas pilas, tales como requerir a los fabricantes incluir advertencias en las etiquetas, empaques a prueba de niños y adherirse a parámetros que aseguren que niños menores de 6 años no puedan tener acceso a ellas.

Pilas de botón causan miles de accidentes infantiles cada año


Lo que le ocurrió a Reese no es un caso aislado. Más de 3,500 personas -en su mayoría niños- tragan pilas de botón al año según el Centro Nacional de Envenenamiento con secuelas graves o hasta mortales.

Y todo apunta a que en realidad hay muchos más accidentes de este tipo que no llegan a ser reportados.

Pocos padres están conscientes del gran riesgo que representan estas baterías que abundan en objetos cotidianos como controles remotos, termómetros, relojes, calculadoras, cámaras, audífonos y hasta juguetes.

“Creo que los padres no están conscientes de que estos son peligros severos. No podemos reparar las heridas que causan estas pilas y eso es lo que nos motivó a pensar qué hacer para prevenir estos accidentes en primer lugar”, dijo a Good Morning America, Kris Jatana, otorrino de la Universidad Estadal de Ohio en una entrevista publicada el año pasado en torno a este tema.

Daños graves en poco tiempo


Pequeñas, brillantes y atractivas para los niños, las baterías de botón pueden causar lesiones graves e incluso la muerte si se tragan o se atascan en la nariz o el oído, advierte la Academia Estadounidense de Pediatría.

Cuando la pila entra en contacto con fluidos corporales, genera una corriente y produce pequeñas cantidades de hidróxido de sodio (una lejía), que quema haciendo un agujero.

El resultado puede ser una lesión grave y enfermedad, discapacidad a largo plazo, e incluso muerte.

El hecho de que un niño pueda ingerirla o insertarla en una parte de su cuerpo en cuestión de segundos, sin que haya síntomas iniciales o que estos sean similares a los de un mero resfriado -como ocurrió en el caso de Reese-, empeora las cosas.

Este retraso en el diagnóstico suele ser mortal.

Silenciosa y rápidamente, sea cual sea el lugar del cuerpo donde se haya alojado, la pila va causando quemaduras de tejido graves que en tan sólo 2 horas pueden dejar lesiones severas de por vida.

No necesariamente hay que tragarlas. Cuando el niño se introduce la pila de botón en una cavidad como la nasal o en el canal auditivo, puede deteriorar el tímpano y el tabique nasal, con consecuencias que van desde infecciones hasta discapacidad permanente para la respiración, olfato y audición.

Señales a las que estar atento y qué hacer si tu hijo traga una pila de botón


Según la organización Nationwide Children’s, algunos síntomas a los que estar atentos (aunque no siempre se presentan de inmediato) son:

En caso de ingestión de pila de botón: fiebre, no querer comer o beber, irritabilidad, sibilancias en el pecho, dificultad respiratoria, tos, atragantamiento, problemas para tragar y vómitos.

Si el niño se coloca la pila en la oreja o la nariz puede mostrar irritabilidad, dolor en la zona, fiebre, drenaje de fluido o sangramiento por la nariz o la oreja.

Si sospechas que tu hijo ha podido ingerir una pila de botón llévalo de inmediato a la sala de emergencias o llama al 911. Cada segunda cuenta.

En el interín no lo hagas vomitar o lo obligues a beber o comer. Si tiene más de 12 meses puedes darle dos cucharadas de miel en intervalos de diez minutos mientras conduces al hospital o esperas por la ambulancia.

Cómo proteger a los niños de las pilas de botón


Entre las recomendaciones de la Asociación Estadounidense de Pediatría están:

  • Buscar baterías que vengan en envases a prueba de niños. Hay un tipo que tiene un revestimiento amargo para disuadir la ingestión.

Asegúrate que los compartimientos donde va la batería están bien cerrados, especialmente en el caso de controles y llaveros remotos.

  • Considera el cerrarlos con cinta adhesiva adicionalmente para tener una capa adicional de seguridad.
  • Identifica qué objetos de tu hogar tienen pilas de botón y de monedas de litio. Guárdalos fuera del alcance y de la vista de los niños.
  • Desecha o recicla las baterías viejas de inmediato.
  • Si sospechas que tu hijo ha podido tragar o introducirse una pila de botón actúa de inmediato.

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