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Alan Tacher subió al monte Arbel, lugar donde solía orar Jesucristo

En su visita por Tierra Santa, Alan subió el monte Arbel acompañado de un grupo de creyentes, y desde ahí pudo admirar el imponente mar de Galilea, tan importante en la historia de Jesucristo.
11 Abr 2017 – 08:18 AM EDT
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esa enería positiva todo elmundo, a nuestro hispanos ylatinos.les queremos mostrar estasexperiencias que hemos estadoviviendo a traés de todosustedes.estamos en el mar de galilea.en esta madrugada lo subimos.atás esá nazaret. imaginenseque jeús su ía ólo estemonte a rezar, a orar apredicada. fue un momentoinolvidable para todos nosotrosporque nos tuvimos que levantara las tres de la mañana. fueronvarios kiómetros y esábamosmuy cansados. hay varioscaminos. era de noche.traábamos de encontrar el sol.esá un poco nublado. no sepudo ver del todo el sol perohaía mucho cariño y amor.esas pruebas de la montaña queson importantes porque sonretos para uno mismo. estasfueron las palabras que nos dioun padre que estaba connosotros y que nos dicen muchode lo que se vive en ese lugary en aquellaépoca.esta mañana nos levantamosmuy temprano, todaía de nochecon elánimo de subir a estelugar maravilloso el montearbel sobre todo con dosreflexiones en la mente,primera es que la montaña entoda la biblia y el evangelioes un lugar muy importante.jeús se iba solo a la montañaa obrar. la idea de subir unamontaña y de hacer unaconquista e suna parte muyimportante del itinerarioespiritual de la bilbia y delnuevo testamento.en todo caso, este panorama quetenemos aqí detás es elángulo del mar en donde fue lamayor parte de la vida de jeús.estoy convencido de que habápasado la noche en oracón. poreso subir aqí y ver estepanorama precioso nos inspira,la accón de dios y la sagradaescritura y el evangelio.alan: como lo vieron, esaspalabras del padre juan fueronmaravillosas. nos cargo deenería y de positivismo. enesas cuevas se asegura quejeús estuvo orando por todosnosotros. imaginense lo que sevivó. estamos sumamenteemocionados. la bajada fuesuper diícil y larga peroveíamos ya convencidos, llenosde enería, de fe y deesperanza.imaínense nada ás. estams en