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Kilmar Ábrego García

5 preguntas sobre las políticas de deportación de Trump que podrían enviar a Kilmar Ábrego García a Uganda

Tras apenas tres días en libertad, Ábrego García enfrenta un nuevo proceso por el que podría ser deportado por segunda vez de EEUU en el marco de algunas polémicas políticas de deportación del actual gobierno que están siendo cuestionadas en tribunales.
Publicado 26 Ago 2025 – 07:09 AM EDT | Actualizado 26 Ago 2025 – 08:53 AM EDT
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Los pasos que han dado las autoridades migratorias estadounidenses para deportar a Kilmar Abrego García a Uganda, un país con el que el inmigrante salvadoreño no tiene ninguna relación, han vuelto a centrar la atención en los esfuerzos del gobierno de Donald Trump para enviar personas a países distintos del suyo.

Los acuerdos del ejecutivo con los llamados “terceros países” han sido impugnados en los tribunales por grupos de defensa de inmigrantes, quienes aseguran que se están violando los derechos al debido proceso y que se está enviando a personas extrajeras a países con un largo historial de violaciones de derechos humanos.

Sin embargo, en junio, una Corte Suprema dividida autorizó al gobierno a permitir la expulsión rápida de inmigrantes a países distintos a sus países de origen y con un preaviso mínimo.

Estas son algunas claves para entender estos acuerdos con terceros países y cuál podría ser el futuro de Ábrego García.

1. ¿Qué son los acuerdos con terceros países del gobierno de Trump?

Estos acuerdos forman parte de una amplia ofensiva migratoria del gobierno de Trump, quien se ha comprometido a deportar a millones de personas que viven ilegalmente en EEUU.

La ley federal permite enviar inmigrantes a países de los que no son originarios, algo que las autoridades migratorias han hecho ocasionalmente en el pasado, según grupos de inmigrantes y de derechos civiles. Sin embargo, este tipo de deportaciones ha aumentado considerablemente bajo el gobierno actual.

El Departamento de Seguridad Nacional declaró en un memorando de marzo que, como parte de dichas deportaciones a terceros países, expulsará a los inmigrantes solo después de obtener garantías diplomáticas de que no serán perseguidos ni torturados, como lo garantiza el derecho internacional.

Si EEUU no ha recibido dichas garantías, los funcionarios de inmigración aún pueden enviar a la persona allí, pero primero deben informarle hacía dónde se dirige en un idioma que comprenda. El tiempo entre la notificación y la deportación suele ser de 24 horas, pero puede ser tan corto como apenas seis horas.

Funcionarios de Trump han dicho que estos inmigrantes a menudo provienen de países que no suelen aceptar a todos sus ciudadanos deportados. Los han calificado de "verdaderas amenazas a la seguridad nacional", alegando que han sido condenados por delitos violentos como violación, asesinato y robo a mano armada; aunque en numerosos casos no han ofrecido evidencia para sostener tales acusaciones.

2. ¿Qué países han acordado aceptar inmigrantes expulsados de EEUU?

El gobierno de Trump ha llegado a acuerdos con varios países para acoger inmigrantes, muchos de ellos en Latinoamérica y África.

El ejemplo más reconocido es el traslado de cientos de venezolanos a la cuestionada cárcel de máxima seguridad Cecot, en El Salvador, sobre la que pesan multitud de denuncias por violaciones de derechos humanos.

El caso de Ábrego García, uno de los enviados a la ‘megacárcel’, se convirtió en un punto álgido de la ofensiva migratoria de Trump tras expulsarlo de manera indebida a El Salvador en marzo.

Venezolanos e inmigrantes de Afganistán, Rusia, Irán, China y otros países también han sido enviados a Costa Rica y Panamá. A principios de este mes, Paraguay firmó un acuerdo de tercer país con el gobierno de Trump.

México no ha firmado dicho acuerdo, pero en el pasado ha aceptado deportados de Centroamérica y otros países del hemisferio occidental, como Cuba, Haití y Venezuela.

En julio, Sudán del Sur aceptó a ocho deportados de EEUU, pese a que se trata de uno de los países más pobres del mundo y ha sufrido repetidas oleadas de violencia desde que se independizó de Sudán en 2011.

La semana pasada, Uganda, un país sin litoral en África Oriental, llegó a un acuerdo con Washington para acoger también a inmigrantes deportados, siempre que no tengan antecedentes penales ni sean menores no acompañados.

Sin embargo, EEUU impuso sanciones en 2024 a la presidenta del Parlamento de Uganda, a su esposo y a varios otros funcionarios por corrupción y graves abusos contra los derechos humanos.

En julio, EEUU deportó a cinco hombres con antecedentes penales al reino sudafricano de Esuatini. Los inmigrantes eran originarios de Cuba, Jamaica, Laos, Yemen y Vietnam y se encuentran recluidos en régimen de aislamiento hasta que puedan ser deportados a sus países de origen. Ese proceso podría demorar hasta un año.

Durante una reunión en julio en la Casa Blanca, Trump se reunió con cinco líderes de África Occidental y debatió sobre la posibilidad de que aceptaran inmigrantes mediante acuerdos con terceros países.

Expertos afirman que algunos países africanos podrían intentar facilitar los programas de deportación estadounidenses para ganarse la confianza en las negociaciones sobre aranceles, recortes en la ayuda estadounidense o restricciones de visados, que han afectado a varios países africanos en los últimos meses.

Trump también ha presionado a países de América Latina para que faciliten las deportaciones, en ocasiones bajo la amenaza de fuertes aranceles o sanciones.

3. ¿Cuáles son las críticas a los acuerdos migratorios de EEUU con terceros países?

Estos acuerdos suscitaron fuertes críticas por parte de defensores de derechos humanos, quienes han recordado las protecciones internacionales que existen para los solicitantes de asilo y han cuestionado si los inmigrantes serán examinados adecuadamente antes de ser deportados.

Expertos en derechos humanos de Naciones Unidas señalaron que estos acuerdos han dejado a personas varadas en lugares remotos, detenidas arbitrariamente durante años y en riesgo de tortura y otros tratos inhumanos.

“Instamos al gobierno de EEUU a que se abstenga de realizar más deportaciones a terceros países, a que garantice el acceso efectivo a la asistencia jurídica para quienes se enfrentan a la deportación, y a que todos estos procedimientos estén sujetos a supervisión judicial independiente”, declararon los expertos de la ONU en julio.

4. ¿Qué pasó con Kilmar Abrego García tras ser liberado?

Tras apenas tres días en libertad, Ábrego García enfrenta un nuevo proceso por el que podría ser deportado por segunda vez de EEUU.

El salvadoreño, cuyo caso se ha convertido en el mayor símbolo de la agresiva estrategia migratoria de Trump cuando fue deportado por un "error administrativo" del gobierno en marzo a la cárcel de máxima seguridad Cecot de El Salvador, fue devuelto en junio a EEUU bajo la acusación de un gran jurado por tráfico humano de la que Ábrego se declaró inocente.

Finalmente, regresó a su casa en Maryland el pasado fin de semana tras salir de una cárcel de Tennessee, pero f ue detenido de nuevo este lunes en Baltimore tras presentarse a una cita en las oficinas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Sus abogados presentaron rápidamente una demanda para frenar los nuevos esfuerzos para deportarlo (pese a que su juicio criminal en Tennessee no tiene aún una sentencia) hasta que un tribunal escuche su solicitud de protección, en la que aseguran que EEUU podría enviarlo a un país donde “no se puede garantizar su seguridad”.

La nueva demanda desencadenó una orden judicial general que suspende automáticamente el proceso de deportación durante dos días. La orden se aplica a inmigrantes en Maryland que impugnan su detención.

Horas después de la detención, sus abogados hablaron con sus contrapartes del Departamento de Justicia y con una jueza federal en Maryland, quien advirtió que Ábrego García no puede ser expulsado de EEUU “en este momento” porque se le debe permitir ejercer su derecho constitucional a impugnar la deportación.

La jueza Paula Xinis dijo que las órdenes judiciales superpuestas prohíben temporalmente que el gobierno deporte a Ábrego García, y anunció que extendería su propia orden de restricción temporal para impedir su expulsión, al menos hasta que se desarrolle una audiencia fijada para el viernes en la que él pueda rebatir su expulsión.

Drew Ensign, abogado del Departamento de Justicia, dijo a la jueza que la “expulsión de Ábrego García no es inminente” y que el proceso suele tomar tiempo.

5. ¿Qué puede pasar ahora con Ábrego García tras su nueva detención?

Funcionarios federales argumentan que Ábrego García podría ser deportado porque llegó a EEUU ilegalmente y porque el fallo de un juez de inmigración en 2019 lo consideraba elegible para la expulsión, pero no a su natal El Salvador por los posibles riesgos para su seguridad que podría suponerle el retorno.

Simon Sandoval-Moshenberg, el principal abogado de inmigración de Ábrego García, dijo este lunes que su cliente está detenido en una instalación en Virginia.

Algunos representantes del gobierno de Trump han dicho que Ábrego García podría ser deportado a la nación africana de Uganda, la cual acordó recientemente aceptar a deportados de EEUU, siempre que no tengan antecedentes penales y no sean menores sin compañía de un adulto.

El equipo legal de Ábrego García ha expresado su preocupación por abusos a los derechos humanos en Uganda, y afirman que no saben cuándo tendrá una entrevista en la que pueda expresar sus temores de persecución o tortura en el país al que Washington quiere enviarlo.

También hay preguntas sin responder sobre si podría ser encarcelado o enviado de nuevo a El Salvador, lo cual quedó prohibido en la orden de 2019.

“No sabemos si Uganda siquiera le permitirá caminar libremente en Kampala o si estará dentro de una celda de una cárcel ugandesa, mucho menos si le van a permitir quedarse”, dijo Sandoval-Moshenberg.

El abogado avanzó que si las autoridades determinan que Ábrego García no tiene un temor razonable para ser enviado a Uganda, podría solicitar a un juez de inmigración de EEUU que revise la decisión. Y si el juez de inmigración ratifica el fallo, Ábrego García debería poder llevarlo hasta una corte federal de apelaciones.

Sandoval-Moshenberg dijo que ese es el proceso habitual cuando alguien está programado para ser deportado a su país natal, por lo que también debería ser el mismo proceso para deportaciones a terceros países.

“Todo esto es muy nuevo e inédito... Veremos cuál es la posición del gobierno al respecto”, dijo.

Durante el fin de semana, Ábrego García le dijo al ICE que Costa Rica podría ser un país aceptable al que ser enviado, ya que había “recibido garantías de que dicho país le daría estatus de refugiado, que estaría en libertad, y que no será deportado a El Salvador”, dijo su abogado.

“Costa Rica no es justicia”, aclaró Sandoval-Moshenberg . “Es una opción aceptablemente menos mala”.

La notificación al ICE sobre Costa Rica es independiente a la oferta que le presentaron los fiscales federales en Tennessee de enviar allí a Ábrego García a cambio de declararse culpable de cargos de tráfico de personas. De hecho, Ábrego García rechazó dicha propuesta.

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