Rafiki, la película censurada que ahora es sensación y podría ser nominada al Oscar
Hay algo que los diferentes organismos encargados de censurar obras de arte nunca parecen aprender, y es que la censura casi siempre genera el efecto exactamente opuesto al deseado (un fenómeno que incluso ya ha sido bautizado y se conoce como el «Efecto Streisand»).
Las obras que los censores pretenden mantener alejadas del público por «inmorales» u «ofensivas» terminan recibiendo mucha más atención y notoriedad de la que hubieran tenido si no hubiera existido el intento de ocultarla o prohibirla.
Quien acaba de cometer este error es el Consejo de Clasificación de Cine de Kenia (KFCB), un organismo gubernamental que prohibió la película Rafiki, sobre un romance homosexual entre dos adolescentes.
Una prohibición que desató la furia y la indignación de colectividades LGBT en diversas partes del mundo, que no pudo impedir que la película debutara en el prestigioso Festival de Cannes y que recibiera el apoyo en otros países, y que ha generado un efecto bola de nieve que la ha llevado ahora a ser considerada como potencial candidata al Oscar a película de habla no inglesa.
La contraproducente censura
Según el argumento oficial de la KFCB, la película fue prohibida «debido a su temática homosexual y su claro intento de promover el lesbianismo en Kenia, contrariando la ley».
El organismo advirtió además que poseer una copia de la película es ilegal.
En Kenia, el sexo homosexual se castiga con hasta 14 años en prisión.
Precisamente, la película describe un escenario realista, al narrar la historia de dos chicas adolescentes de Kenia que entablan una relación romántica, desafiando así a sus familias y sus comunidades.
Y curiosamente, el problema de la KFCB, según reconoció su propio responsable, no es con el hecho de que la película muestre un romance lésbico y sus manifestaciones físicas.
«La homosexualidad es una realidad» admitió Ezekiel Mutua, encargado de la KFCB, «pero de lo que estamos en contra es del intento de mostrar esto como un estilo de vida aceptable en Kenia».
La directora de la película, Wanuri Kahiu (que en 2009 dirigió la película From a Whisper, galardonada con los premios a mejor directora, mejor guion y mejor película en los Premios de la Academia de Cine de África) reveló que el consejo de clasificación no puso objeciones a las escenas íntimas entre las dos protagonistas, pero sí le exigió que cambiara el final, al que hallaban «demasiado esperanzador».
Ella se negó a cambiarlo, y así se produjo la prohibición.
Censura levantada y éxito popular
La intención de la directora, según dijo, es hacer películas con historias modernas, esperanzadoras y alegres sobre África. «Creo firmemente que el público adulto de Kenia es lo suficientemente maduro e inteligente como para ver esta película y tener su propia conversación al respecto» aseguró.
Tras su paso por Cannes y su éxito internacional, la directora demandó al gobierno de Kenia con la intención de anular la censura.
Si Rafiki pretende ser la candidata al Oscar a mejor película extranjera, debe ser proyectada en los cines de su país.
Y esta semana, finalmente, la prohibición de la película finalmente fue anulada temporalmente por una corte keniata, permitiéndole al público de ese país verla en las salas cinematográficas.
Sobra decir que las salas estaban colmadas.
La decisión de esta corte ha permitido que la película sea proyectada para el público mayor de 18 años por una semana, el mínimo tiempo requerido de acuerdo a las regulaciones de la Academia de los Oscar para que una película sea elegible.
La directora de Rafiki se mostró visiblemente emocionada por el feliz desenlace.
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