El ojo humano estándar se compone de tres conos que captan informaciones cromáticas y las transmiten a canales nerviosos hasta llegar al cerebro. Cuando llegan allí, se forman los colores. Como cada uno de estos conos puede procesar hasta 100 diferentes informaciones, combinadas ellas pueden ofrecer hasta 1 millón de colores para nuestro cerebro. Algunas personas, sin embargo, pueden ver muchos más.