Trabajadoras sexuales lavan y reutilizan condones ante la escasez de preservativos
Una marcada escasez de preservativos ha obligado a trabajadoras sexuales a lavar los condones usados por sus clientes para reutilizarlos en nuevos encuentros.
Esta crítica situación que se vive en algunas regiones de Kenia, donde se registran unos 34,000 nuevos contagios de VIH al año, se ha propiciado debido al alto costo de los condones y al aumento de los impuestos a importación que ha hecho el gobierno, explicó la BBC.
El hecho de que tres condones cuesten un dólar -precio inaccesible para muchos- hace que los preservativos que suelen utilizar algunos ciudadanos, en especial aquellos que trabajaban en la industria del sexo, vengan de parte de donaciones hechas por organizaciones como el Fondo Mundial y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), las cuales han reducido los sumistros por el alto costo que conlleva hacerlo.
“En este momento la financiación de los donantes ha disminuido”, le explicó a la cadena K24TV el director de los servicios médicos del condado occidental del condado de Busia, Janerose Ambuchi, quien dijo que se trataba de “un problema nacional”.
Esta situación ha provocado que trabajadoras sexuales de varios condados tengan que lavar y reutilizar los condones que sus clientes van usando en sus encuentros.
Amosiah Ongatai, director de Youth Environment Service, una ONG dedicada a la prevención y asesoramiento sobre el VIH/SIDA, expresó al sitio The Monitor su preocupación por las casi “2000 profesionales del sexo” que puedan estar expuestas a un considerable aumento de infecciones de índole sexual.
Para el Dr. Samuel Kinyanju, si no se aborda con pronta responsabilidad el problema de la escasez de preservativos, Kenia podría retroceder considerablemente en “los logros alcanzados en la lucha contra el VIH/SIDA”, tomando en cuenta que 19,000 personas murieron en el país durante 2020 por complicaciones relacionadas con el SIDA y que se registraron casi 1.4 millones de personas contagiadas de VIH, el 4.2% de la población adulta.
Preocupación por embarazos no deseados
Otro aspecto a considerar por la falta de condones son los embarazos involuntarios o no deseados y sus graves consecuencias.
Dan Okoro, asesor de salud reproductiva de UNFPA en Kenia, le dijo a Newsweek que este tipo de embarazos “pueden dar lugar a abortos inseguros, una de las principales causas de muerte materna”, por lo que era “imperativo mantener el suministro de productos de planificación familiar que salvan vidas, incluidos los preservativos, para satisfacer la creciente demanda”.
El asesor aseguró que el UNFPA seguirá apoyando al gobierno keniano para lograr este propósito, no solo con “la partida de casi 7 millones de piezas en preparación que se entregarán antes de finales de 2022", sino con el apoyo a la Autoridad de Suministros Médicos de Kenia (KEMSA) para reforzar su cadena de suministro.
Para ello se desarrollará un sistema de alerta temprana y de sistemas integrados de información de gestión logística para ayudar a evitar los desabastecimientos y la escasez, tal como está ocurriendo en Busia, donde el gobierno ha recibido un suministro de preservativos masculinos de KEMSA.
Sin embargo, hay otras regiones del país donde no se han aplicado medidas para corregir esta escasez.
Se espera que el gobierno keniano pueda suministrar 150 millones de condones, aunque Samuel Kinyanjui, director del programa de la AIDS Healthcare Foundation Kenya (AHF Kenya) dijo en un comunicado que se necesiten al menos 262 millones para el ejercicio fiscal de de julio de 2022 a junio de 2023.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierten que el lavado de preservativos, no solo puede dañar el látex y hacerlos más propensos a romperse, sino que tampoco elimina los restos de los fluidos corporales, por lo que se facilita la propagación de infecciones graves, además de aumentar la posibilidad de embarazos no deseados.