La familia narra que el cuerpo de su ser querido estaba con las manos destrozadas, moretones y varias quemaduras. El hombre había sido detenido en un cuartel de la policía en República Dominicana. Los familiares cuentan que los uniformados que lo custodiaron dijeron que se había autoagredido en la cárcel, pero una autopsia determinó que fue un homicidio.