La Corte Suprema de Justicia escuchó los argumentos del caso de John Ramírez, quien pide que su pastor le sujete la mano y rece con él mientras es ejecutado. La familia de Pablo Castro, a quien el hispano asesinó en 2004, no se opone a la solicitud, pero pide que la ejecución sea pronto. Una de las preocupaciones es que la decisión del máximo tribunal pueda desatar una ola de demandas con peticiones similares.