Estas tres salvadoreñas eran apenas unas adolescentes cuando las condenaron a 30 años de prisión por la interrupción de su embarazo en uno de los países con mayores restricciones frente al aborto. Sin embargo, tras revisar sus casos, el ministro de Justicia anunció este jueves que las penas de las jóvenes quedaban conmutadas y se ordenó su libertad inmediata.