Se trata del primer matrimonio entre personas del mismo sexo que se realiza en una entidad consular del país azteca. En mayo la pareja exigió la solicitud para poderse casar, pero el Consulado de México en Nueva York les negó la petición, argumentando que el Código Civil Federal no reconocía el matrimonio entre personas del mismo sexo. Iniciaron una lucha judicial para reivindicar sus derechos humanos y el 19 de octubre una juez les dio la razón.