Fue lanzada en Argentina en la red social LinkedIn en el marco del Día Mundial del Síndrome de Down. La idea surgió de una cifra: de los seis millones de usuarios de la red en ese país no había ninguno con el trastorno genético. Crearon los llamados 'perfiles de inclusión', viralizaron sus testimonios y, en lugar de pedir recomendaciones a los usuarios, ellos recomendaron la importancia de tener un trabajo.