El fenómeno meteorológico llegó a esta ciudad de Carolina del Norte con fuerza de huracán y la dejó sumergida 10 pies bajo el agua. En la zona se han registrado más de 400 rescates por aire, tierra y agua. Cientos de casas resultaron inundadas, hay cuantiosos daños materiales, árboles caídos encima de viviendas y vías, y se teme una crisis por la falta de gasolina que ya ha empezado a escasear.