Rosa García, de 89 años de edad y quien sufre diversos quebrantos de salud, viajó más de 10 horas hasta Atlanta para el encuentro. Esta familia estuvo separada por más de 28 años después de que su hijo, Bladimir García, saliera de Guatemala escapando de la guerra civil que envolvía al país en los años 80. Él se refugió en EEUU amparado con un asilo político. La mujer pudo conocer las nuevas generaciones de su familia y celebrará en los próximos días su cumpleaños.