El reporte indica que el año pasado se quemaron 1.8 millones de acres, superando el 1.3 millones quemadas en 2017. Estas cifras generaron que el estado represente el 21% de todos los acres quemados en EEUU durante 2018. El análisis asegura que más de 100 personas murieron, 17,000 casas y 700 negocios fueron destruidos por las llamas.