Registros históricos muestran que, en promedio, este fenómeno meteorológico se presenta cada 100 años y los daños son catastróficos. Según expertos, esta tormenta se presentó en diciembre de 1861, duró 43 días y causó miles de muertes. Una de las mayores preocupaciones es el rompimiento de las represas, lo cual generaría inundaciones y millones de evacuaciones.