Así lo anunciaron voceros del lugar y recalcaron que la falta de apoyo de los tres niveles de gobierno fue fundamental para tomar la decisión. Durante 2017, entre migrantes en tránsito y deportados, la Casa del Migrante atendió a 3,000 personas y este año le ha prestado servicios a 18,000, con recursos que la comunidad eclesiástica aporta.