Se estima que ya son más de 3,000 los centroamericanos del éxodo masivo que han tomado esta decisión, a pesar de las advertencias de las autoridades y activistas. En los albergues, los migrantes de la caravana se muestran impacientes por la lentitud del proceso para recibirlos en las garitas y muchos aseguran que de continuar esta situación no tendrán otra alternativa que cruzar a EEUU de manera ilegal.