Aproximadamente 20,000 millones de dólares serían invertidos para impulsar el empleo y frenar la inmigración desde esa región hacia EEUU. Marcelo Ebrard, quien será el próximo canciller mexicano, fue claro al insistir que en el plan no está confirmada la detención y deportación de los migrantes en la ciudad de Tijuana. Centroamericanos del éxodo masivo aseguran que la violencia y pobreza no se resuelven rápidamente ni siquiera con el plan anunciado.