En estos lugares hay personas de diversas nacionalidades, pero la gran mayoría son de países centroamericanos. A pesar de la congestión, los inmigrantes aseguran que no les falta nada e incluso son transportados al puente cuando les toca el turno para pedir asilo en EEUU. Los refugios de la zona se sostienen en gran parte por donaciones privadas de ambos lados de la frontera.