La pesadilla de ser repatriados a la fuerza se concreta en la oscuridad de la noche para decenas de mexicanos que arriban desde EEUU por el puente peatonal Tijuana-San Diego, en la frontera de ambos países. Para muchos de estos inmigrantes, la llegada nocturna los expone a los peligros de una ciudad con altos índices de violencia.