Cambiar los pañales a un bebé es mucho más que limpiar su colita y poner una muda nueva. También es una forma de conocer su estado de salud. El popó puede ser un indicador de que todo va bien o que algo marcha mal y, por eso, es necesario que todos, mamá, papá y las personas que cambian al bebé, conozcan las diferencias para estar atentos.