Con hijos VS sin hijos: ¡Descubrí cómo cambia tu vida cuando sos mamá con estas divertidas imágenes!
Ser madre modifica nuestro hábitos, tiempos y actividades. Solías pasar horas produciéndote para una salida y ahora sólo usas unos minutos porque tenés que bañar y vestir a los chicos. ¿Te acordás de todo lo que hacías antes de tener una familia? ¡ Cómo cambia la vida con hijos!
Te mostramos el ANTES y el DESPUÉS en imágenes para compartir y reírse sin parar. ¡No te las pierdas!
#7 Salida con amigas
Las reuniones iban siempre acompañadas de un aperitivo y, al encontrarte con amigas, solían verse en un bar. Ahora se frecuentan mucho menos y siempre hay llantos y pañales de por medio. Pero, ¿te imaginás cuando tus hijos y los de ellas sean amigos? ¡Qué genial!
#6 La vajilla de tu cocina
Los cubiertos finos se reemplazaron por mamaderas, cucharas de plástico y vasos con piquito. ¿Te acordás de la última vez que usaste una bandeja de plata? Ya no hay tiempo para hacer cenas elegantes pero ahora las cosas son mucho más divertidas con un bebé en casa.
#5 Los viernes a la noche
¡Qué recuerdos! Nuestro fin de semana empezaba con una copa de vino y todo era pasión. Y así terminamos... ¡cambiando pañales! Pero para la personita que más feliz nos hace en el mundo.
#4 Tu opinión sobre el arte
Las exposiciones de arte eran un lugar recurrente. Hoy vas al pelotero y a la plaza, pero aprendiste que el arte tiene otro valor. Se lo dan tus hijos al hacer un dibujo con sus propias manos.
#3 Salir de compras
Antes, tu tarde ideal era ir de shopping y mimarte a vos misma. Hoy vas de shopping... ¡al supermercado! Ahora es la nueva excusa para pasear en familia y fortalecer los lazos.
#2 Ir de vacaciones
Con bronceador, lonita y anteojos de sol ya estabas lista para ir a la playa. Ahora, las cosas son un poquito diferentes. El baúl del auto explota y nunca te alcanzan las manos para cargar todo hasta la orilla del mar. ¡Qué bien nos vendría una carretilla!
#1 Lavar la ropa
Antes le dabas una enjuagada a mano a tu blusa favorita y a la mañana siguiente la volvías a usar. Hoy sos prácticamente esclava del lavarropas y hasta perdés la cuenta de las tandas que lavás. ¡Chicos, ensucien menos por favor!
Sí, es verdad que nuestra vida cambió radicalmente. Pero el esfuerzo es recompensado con esas sonrisas gigantes y un "mamá, te quiero". Nada mejor que eso para volver a elegir la vida que tenemos. Así sí que vale la pena ser mamá, ¿no?
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