En el norte del país los ciudadanos hicieron una vigilia por los muertos, en el occidente quemaron llantas en las calles, al sur suspendieron el servicio de energía eléctrica como medida represiva contra los protestantes y en la capital, Managua, universitarios que recolectaban víveres fueron atacados con balas de goma y gases lacrimógenos. Francisca Ramírez, una de las principales opositoras líderes del movimiento campesino, denunció que intentaron acuchillarla en una marcha y que no hubo intervención de la policía para protegerla.