Bad Bunny impulsa el turismo de Puerto Rico con su residencia de conciertos
SAN JUAN, Puerto Rico.- Lo que comenzó como una residencia de 30 conciertos se ha transformado en un fenómeno cultural y económico para Puerto Rico. Desde mediados de junio hasta septiembre, el astro de la música urbana Benito Antonio Martínez Ocasio, conocido mundialmente como Bad Bunny, ha llenado estadios y hoteles, atrayendo a cientos de miles de turistas a la isla.
Según la organización turística Discover Puerto Rico, casi tres docenas de hoteles participan en paquetes especiales que incluyen entradas a sus conciertos. Estas ofertas han generado cerca de 200 millones de dólares, con más de 48,000 noches de hotel reservadas en temporada baja. El interés es tal que se vendieron 25,000 paquetes en un solo día.
Las cifras reflejan un incremento del 10% en reservas hoteleras, un aumento del 42% en alquileres de corto plazo en agosto y del 61% en septiembre, comparado con 2024. Se espera que unas 600,000 personas asistan a los espectáculos, impulsando también el transporte aéreo, con un 7% más de vuelos desde el territorio continental de EE.UU.
El fenómeno ha sorprendido incluso a quienes dudaban que el gobierno y los empresarios aprovecharan la imagen de un artista que ha criticado a la clase política local. Hoy, bebidas, platillos, ropa y artesanías llevan nombres inspirados en sus canciones.
Para Ricardo Cortés Chico, portavoz de Discover Puerto Rico, el éxito radica en mostrar la esencia cultural de la isla: “Podemos argumentar que tenemos las playas más bonitas, pero lo que nos hace únicos es la cultura. Nadie nos la puede robar”.
Turistas inundan la ciudad natal de Bad Bunny
Los visitantes no solo buscan cantar sus éxitos en vivo. Muchos desean recorrer su ciudad natal, Vega Baja, visitar el supermercado donde trabajó antes de la fama y posar frente a murales que celebran su figura. “Jamás pensé que las personas iban a querer ver donde él trabajó, pero me encanta verles con los ojos brillando”, confiesa Heidy Crespo, guía local.
La antigua jefa de recursos humanos del supermercado Econo, Delza Vélez, recuerda que a Bad Bunny le gustaba recoger carritos en el estacionamiento y escuchar salsa clásica. En 2016 dejó el empleo con una nota y, dos años después, lanzó su primer álbum. El resto es historia.
El impacto va más allá de San Juan. Pueblos como Cabo Rojo, mencionado en videos del artista, han visto un aumento del turismo. El hotel Boquemar reporta un 7% más de clientes este verano. Incluso hay quienes buscan al sapo concho puertorriqueño, una especie autóctona incluida en un videoclip.
Organizaciones y emprendedores han creado recorridos temáticos, como “Debí correr más bici” en San Juan y “Café con Ron” en Ciales, que combinan la música de Bad Bunny con experiencias culturales y gastronómicas. Los beneficios económicos también llegan a restaurantes tradicionales, como La Casita Blanca, que ahora enfrenta largas filas de clientes.
Con información de AP.