El martes, la isla de La Palma fue declarada zona de desastre por el gobierno español debido a los daños provocados por la erupción del volcán Cumbre Vieja. Desde el 19 de septiembre la lava ha arrasado con más de 600 viviendas, además de iglesias y otros edificios, y las autoridades permanecen en alerta ante la posibilidad de que la corriente alcance el mar.