En pleno auge de las protestas contra la brutalidad policial, y luego de que el concejo de Minneapolis se pronunciara a favor de desmantelar su policía, el presidente Trump se reunió en la Casa Blanca con representantes de las fuerzas policiales del país y aseguró que ni se disolverán ni se les retirará recursos, si bien quieren asegurarse de que "ningún mal elemento" forme parte de ellas.