Las autoridades ambientales recibieron el aviso de unos vecinos el martes por la noche al avistar un oso de grandes proporciones que se paseaba por un barrio residencial de Los Ángeles. Funcionarios del departamento de control de animales del condado hicieron un esfuerzo por capturarlo, pero no lograron detener al gigantesco mamífero hasta el día siguiente. No se reportaron incidentes posteriores.