Cuando
los ovarios de la mujer dejan de producir estrógeno y progesterona se produce la menopausia de forma natural. En Estados Unidos
la edad promedio de su llegada es 51 años. Crédito: Spencer Platt/Getty Images
Una mujer llega a la menopausia cuando no ha tenido el período menstrual durante un año, pero desde antes comienzan a presentarse señales de que ha comenzado el proceso.
Esa etapa previa se conoce como perimenopausia y ocurre entre los 45 y 55 años de edad
de acuerdo al The American College of Obstetricians and Gynecologists. Crédito: Damian Dovarganes/AP
Los
cambios en el período suelen ser la primera señal de que se está en la perimenopausia. Puede ser que ya no sean regulares, que sean más cortos, más extensos o que el sangrado sea mayor o menor de lo habitual. Crédito: Victor R. Caivano/AP
Los
calores súbitos o sofocos son otro síntoma común y pueden durar hasta unos cuantos años después de que ocurra la menopausia. Se pueden manifestar como una repentina sensación de calor en todo el cuerpo o solo en la parte superior. Su intensidad, duración y frecuencia varía de acuerdo a cada mujer. Crédito: Anthony Devlin/Getty Images
Las mujeres hispanas y afroamericanas padecen de calores súbitos por más años que las mujeres blancas y asiáticas,
indica el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. Crédito: Sean Gardner/AP
Un cambio en el estilo de vida puede ser suficiente para contrarrestar los sofocos: evitar el alcohol, dejar de fumar, bajar de peso y practicar actividades físicas como
yoga o taichi. Crédito: Joe Raedle/Getty Images
La paroxetina es un antidepresivo de baja dosis aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos para tratar los calores súbitos. También está
la terapia hormonal, que estabiliza los niveles de estrógeno y progesterona, pero
debe evitarse si se ha padecido de cáncer o de problemas cardíacos y circulatorios, entre otros. Crédito: Joe Raedle/Getty Images
La dificultad para conciliar el sueño y los cambios bruscos de humor pueden ser señales de que se acerca la menopausia, aunque
todavía no hay una explicación científica. Algunos especialistas lo asocian al estrés y cambios familiares (los hijos crecen, los padres envejecen). Crédito: OLI SCARFF/AFP/Getty Images
La cintura tiende a ensancharse y el cuerpo pierde masa muscular y gana grasa.
El ejercicio físico siempre es una buena herramienta para mantener el bienestar. Crédito: MATTHIEU ALEXANDRE/AFP/Getty Images
Hay suplementos herbales para aliviar los síntomas, pero son pocos cuya efectividad está científicamente comprobada. El ginseng, por ejemplo, puede ayudar a mejorar los cambios de humor y los problemas para dormir,
según el Instituto Nacional de la Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver. Crédito: iStock
Hacer ejercicio varias veces a la semana, llevar una
dieta baja en grasas y abundante en fibra, hacerte chequeos regulares: todo lo que hagas para mantener un buen estado físico puede ayudarte a
mantener la salud en cualquier etapa de tu vida. Crédito: John Phillips/Getty Images