Contador de Trump revela pérdidas que le ahorraron millones en impuestos al expresidente
El contable de Donald Trump confirmó las sospechas de muchos sobre sus prácticas fiscales al testificar en juicio en Nueva York que el expresidente reportó pérdidas en todas sus declaraciones de impuestos durante una década.
Donald Bender, socio de Mazars USA LLP, quien durante años preparó las declaraciones de impuestos personales de Trump, dijo que las pérdidas reportadas por el exmandatario entre 2009 a 2018 incluían pérdidas operativas netas de algunas de las muchas empresas que posee a través de la Organización Trump.
“Hay pérdidas durante todos estos años”, dijo Bender, a quien se le otorgó inmunidad para testificar en el juicio a la Organización Trump en Manhattan por supuestos delitos de fraude fiscal.
El breve intercambio supone en realidad una rara revelación pública sobre los impuestos de Trump, que el expresidente republicano ha luchado por mantener en secreto con la excusa de que estaban siendo sometidos a una auditoría.
Antes de pasar rápidamente a otros temas, la fiscal Susan Hoffinger preguntó brevemente a Bender sobre los impuestos de Trump y, en un momento, le mostró copias de los documentos tributarios que la oficina del fiscal de distrito de Manhattan consiguió obtener tras tres años de batalla legal.
La Organización Trump, la sociedad de cartera titular de los edificios, campos de golf y otros activos del magnate, está acusada de ayudar a algunos altos ejecutivos a defradudar impuestos al tiempo que se ahorraba mucho dinero en salarios.
Lo hacía, presuntamente, pagando compensaciones no declaradas en paralelo a los sueldos de los ejecutivos, incluidos apartamentos y los autos de lujo. Si es declarada culpable, la compañía podría recibir una multa de más de $1 millón.
Trump no está acusado personalmente en el caso y no se espera que testifique ni asista al juicio.
El exjefe de finanzas de la compañía, Allen Weisselberg, testificó que él fue quien ideó el esquema por su cuenta, sin que Trump o la familia Trump lo supieran.
Weisselberg, que testificó como parte de un acuerdo con la fiscalía, dijo que la compañía también se benefició porque no tenía que pagarle tanto en salario.
El testimonio de Bender se produjo en un día lleno de drama legal relacionado con Trump, incluido el hecho de que la Corte Suprema allanara el camino para que el Congreso obtuviera seis años de declaraciones de impuestos del expresidente y algunos de sus negocios.
También el martes, el juez de la demanda por fraude civil que contra Trump y su compañía sigue la fiscal general de Nueva York, Letitia James, fijó la fecha de juicio para octubre de 2023; un tribunal federal de apelaciones escuchó argumentos en la investigación de documentos de Mar-a-Lago del FBI; y el senador Lindsey Graham, aliado de Trump, tuvo que testificar ante un gran jurado de Georgia que investiga la supuesta interferencia en las elecciones de 2020.
Las prácticas fiscales de Trump, un secreto ya reportado por la prensa
El testimonio de Bender sobre las declaraciones de pérdidas confirmó lo que el The New York Times reportó en 2020, cuando obtuvo las declaraciones de impuestos de Trump. Muchos de los documentos reflejaban pérdidas masivas y poco o ningún impuesto pagado, informó el periódico en ese momento.
El Times informó que Trump no pagó impuestos sobre la renta en 11 de los 18 años cuyas declaraciones revisó, y que pagó solo $750 en impuestos federales sobre la renta en 2017, el año en que se convirtió en presidente.
Citando otra documentación de Trump, el Times había informado anteriormente que en 1995 declaró $915.7 millones en pérdidas, lo que podría haber utilizado para evitar el pago de impuestos en años subsiguientes, según la ley en ese momento.
Los fiscales de Manhattan citaron a la firma de Bender en 2019, buscando acceso a ocho años de declaraciones de impuestos de Trump y documentos relacionados, y finalmente los obtuvieron después de una prolongada lucha legal que incluyó dos viajes a la Corte Suprema.
Bender se encargó de las declaraciones de impuestos y otros asuntos financieros para Trump, la Organización Trump y cientos de entidades de Trump a partir de la década de 1980. También preparó los impuestos para los miembros de la familia de Trump y otros ejecutivos de la empresa, incluidos Weisselberg y el hijo de Weisselberg, que estaba encargado de una pista de hielo administrada por la empresa en Central Park.
Weisselberg, quien se declaró culpable en agosto de evadir impuestos sobre $1.7 millones en extras a cambio de una sentencia de cárcel de cinco meses, reconoció que ocultó a las autoridades fiscales el cobro de los pagos extraordinarios como apartamentos en Manhattan y automóviles de lujo al hacer que el contralor de la empresa redujera esos objetos de su salario.
Bender testificó que Weisselberg no lo mantuvo al tanto de ese acuerdo, y que solo se enteró por los fiscales el año pasado.
Pero los correos electrónicos que se mostraron en la corte el martes sugirieron que McConney trató de hacérselo saber ya en 2013, con hojas de cálculo adjuntas que enumeran el pago de Weisselberg y las reducciones por extras, incluida la inscripción de sus nietos en una escuela privada pagada por Trump.
Bender, quien testificó que recibía numerosos correos electrónicos de los ejecutivos de Trump todos los días, aseguró que no recordaba haber visto esos mensajes. Si lo hubiera hecho, dijo: "Habríamos tenido una conversación seria sobre si continuar con el cliente".
Desde entonces, Mazars USA LLP ha dejado a Trump como cliente. En febrero, la firma dijo que “no se debería confiar” en los estados financieros anuales que preparaba para el expresidente, después de que la oficina de la fiscal James afirmara que con frecuencia tergiversaban el valor de los activos, una acusación en el centro de su demanda.
Trump culpó a Bender y Mazars por los problemas de la compañía, escribiendo en su plataforma Truth Social la semana pasada: “Una firma de contabilidad tan altamente pagada debería de haber recogido estas cosas de manera rutinaria, pusimos nuestra confianza en ellos. ¡MUY INJUSTO!".
Bender, además, testificó que confió a Weisselberg la responsabilidad de solucionar cualquier problema a medida que se intensificó el escrutinio de la Organización Trump después de las elecciones presidenciales que ganó en 2016 y le aconsejó que detuviera la dudosa práctica de pagar bonos ejecutivos como ingresos independientes, un hábito de larga data.
El contador aseguró que le dijo a Weisselberg: “Si hay algo que le molesta, incluso si existe la más mínima posibilidad, tenemos que establecer los estándares más altos para que la empresa esté, efectivamente, impecablemente limpia”.
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