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Asalto al Capitolio

Fiscalía contempla presentar cargos por sedición a implicados en el asalto al Capitolio

"Es inequívoco que Trump fue el imán que atrajo a gente al Distrito de Columbia el 6 de enero. Ahora la cuestión es si es penalmente culpable de todo lo que ocurrió durante el asedio", dijo el fiscal federal Michael Sherwin, que investiga la toma violenta del edificio del Congreso el 6 de enero.
22 Mar 2021 – 09:55 AM EDT
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El fiscal federal Michael Sherwin, que ha liderado la investigación sobre el asalto al Capitolio por parte de seguidores del expresidente Donald Trump el 6 de enero, dijo que las pruebas apuntan a que posiblemente se presenten cargos de sedición contra algunos de los sospechosos.

"Creo que los hechos apoyan esos cargos, y creo que, conforme avanzamos, más hechos respaldarán eso", dijo Sherwin en el programa '60 minutos' de la cadena CBS News.

El fiscal hasta el pasado viernes condujo la investigación penal de esos sucesos y pasará a ocupar otro cargo en el Departamento de Justicia.

En Estados Unidos la sedición ocurre cuando alguien se opone por la fuerza a la autoridad del país, o altera o retrasa la ejecución de cualquier ley de manera forzosa. Este delito está penado con hasta 20 años de prisión.


"El cargo más importante es el de obstrucción", dijo el funcionario. "Es un delito grave de 20 años. Irrumpieron en el Capitolio con la intención, el objetivo de obstruir los procedimientos oficiales... el recuento del Colegio Electoral".

El papel de Trump

El 6 de enero una turba de seguidores del expresidente Trump irrumpió en el Capitolio cuando se celebraba una sesión conjunta de las dos cámaras del Congreso para ratificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre.

La irrupción se produjo después de que Trump pronunciara un incendiario discurso desde la Casa Blanca en el que alentó a sus partidarios a que marcharan hacia el Capitolio.

En el asalto murieron cinco personas, entre ellas un policía del Congreso.


Sobre el papel del exmandatario en el asalto, el fiscal Sherwin fue ambiguo.

"Es inequívoco que Trump fue el imán que atrajo a gente al Distrito de Columbia el 6 de enero. Ahora la cuestión es si es penalmente culpable de todo lo que ocurrió durante el asedio, durante la irrupción", apuntó.

En ese sentido, explicó que hay detenidos que afirmaron que atacaron el Capitolio porque el entonces presidente les pidió que recuperaran el Congreso, aunque hay también miembros de milicias que han señalado que Trump simplemente se limitó a hablar y que ellos hicieron lo que él no haría nunca.

Aun así, Sherwin subrayó que los investigadores están llevando a cabo pesquisas sobre el rol desempeñado por el exmandatario.

400 personas afrontan cargos penales

Por ahora, las autoridades han imputado a 400 personas con cargos penales a nivel federal, que pueden suponer penas de entre 5 y 20 años de cárcel.

Sherwin precisó que al menos el 80% de esos acusados son personas que asediaron el Capitolio, mientras que hay un centenar de sospechosos de haber agredido a agentes de policía.

Asimismo, hay un 10% de los casos, que él describe como "de conspiración más complejos", relacionados con grupos ultraderecha como los Proud Boys, Oath Keepers y Three Percenters, que acudieron con un plan.

"No sabemos del todo cuál era el plan, si era venir a DC, organizarse e irrumpir en el Capitolio de alguna manera", dijo.

Hasta ahora, al menos 19 líderes, miembros o colaboradores del organismo neofascista Proud Boys están acusados ante una corte federal de delitos relacionados con la revuelta del 6 de enero.


La acusación formal más reciente deja entrever que los Proud Boys habían desplegado un contingente mucho más numeroso en Washington, con más de 60 personas que “participaron en” un canal de mensajes encriptados para miembros del grupo, creado un día antes de los disturbios.

Michael Sherwin dijo en la entrevista que fue testigo presencial de parte de los hechos. Contó que ese día se vistió con ropa de correr y se unió a la policía del Distrito de Columbia en el mitin del presidente.

"Quería ver a la multitud, medir la temperatura de la multitud, era como un ambiente de carnaval. La gente vendía camisetas, palomitas, algodón de azúcar, vi perritos calientes. A medida que avanzaba la mañana, me di cuenta de que había algunas personas que no eran las típicas de este tipo de actividad. Había algunas personas con equipo táctico. Llevaban chalecos, tenían los cascos militares puestos. Esos individuos dejaron los discursos temprano", contó Sherwin.

El fiscal dice que caminó con el grupo cuando se dirigía a la sede del Congreso. El grupo de agitadores, dice, "se volvió más agresivo".

"Mientras que al principio era pro-Trump, se convirtió en antigubernamental, anticongreso y antiinstitucional. Y luego, finalmente, vi a la gente subir al andamio. Me dije: 'Esto va mal rápidamente'", relató.

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