Cada dos hora llegan trenes desde Polonia a la estación principal de trenes de Berlín con cientos de refugiados ucranianos. En su mayoría son madres y sus hijos que buscan un lugar seguro lejos de la guerra en su país de origen.
En la imagen, dos mujeres con sus hijos descansan en un pasillo del metro después de huir de Ucrania en la principal estación de trenes de Berlín, Alemania. Crédito: Markus Schreiber/AP
En la imagen, dos mujeres con sus hijos descansan en un pasillo del metro después de huir de Ucrania en la principal estación de trenes de Berlín, Alemania. Crédito: Markus Schreiber/AP
Mientras las personas salen de los trenes, los altavoces resuenan en ucraniano e inglés: "Queridos refugiados de Ucrania, bienvenidos a Alemania, sigan las instrucciones de los voluntarios con chalecos amarillos y naranjas".
Afuera de la estación, otro voluntario con un chaleco rojo ayuda a los refugiados de Ucrania después de que llegaron a la estación principal de trenes. Crédito: Markus Schreiber/AP
Afuera de la estación, otro voluntario con un chaleco rojo ayuda a los refugiados de Ucrania después de que llegaron a la estación principal de trenes. Crédito: Markus Schreiber/AP
Berlín se ha convertido en la puerta de entrada número uno para decenas de miles de refugiados, con alrededor de 7500 llegando a la estación de tren todos los días. En la imagen, refugiados de Ucrania esperan en una carpa para ser transportados después de llegar a la estación. Crédito: Markus Schreiber/AP
La parroquia de San Juan Pablo II, ubicada a las afueras de Leópolis, ha acogido a miles de personas desde que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania. Gregorio Draus, párroco de la iglesia, cuenta que él vivía en Kiev, muy cerca de la torre de televisión que fue destruida, pero cuando ocurrió el ataque salió huyendo como muchos de sus compatriotas. "No se enfrenta un ejército contra otro, es una lucha de un ejército contra civiles", dice el sacerdote.
Más noticias aquí.