Fuerzas rusas atacan la capital de Ucrania y los residentes se arman para defenderla
La invasión rusa a Ucrania avanzó por todo el país en su segunda jornada y se intensificó en la capital, Kiev, con la llegada de tropas terrestres del Kremlin.
Los ataques aéreos del jueves abrieron el camino para que este viernes llegaran las primeras tropas terrestres rusas a la capital, Kiev, donde todo el día se han escuchado las sirenas que llaman a refugiarse de un impacto inmimente. Los misiles rusos han destruído edificios de viviendas de civiles en todo el país, también en Kiev.
Durante la madrugada y el día del viernes los combates terrestres tuvieron lugar en el extrarradio de Kiev, pero en la noche población, autoridades y ejército se preparaban para un posible asalto ruso.
El Kremlin ha dejado claro que su intención es la rendición total de Ucrania y ha alentado al ejército ucraniano a dar un golpe de Estado al gobierno de Volodimir Zelensky, elegido democráticamente.
Una de las escenas más duras del ataque en Kiev fue la de un vehículo de un ciudadano aplastado por un tanque ruso. Al pasajero que iba dentro lo pudieron sacar con vida después del suceso.
Los enfrentamientos más duros se dieron por la mañana en el norte de la ciudad, donde el ejército ucraniano logró repeler la entrada de solados rusos por ese flanco, seg´ún el gobierno de Ucrania.
La Alcaldía de Kiev avisó de que la situación en la ciudad es "crítica". Uno de los lugares bombardeados por los rusos es una de las principales centrales eléctricas, lo que pone en riesgo este suministro en la capital.
Desde el jueves está prohibido que los hombres ucranianos de entre 18 y 60 años abandonen el país o se refugien porque tienen que alistarse a combatir por decreto del presidente.
Se han repartido 18,000 fusiles a voluntarios y se ha llamado a fabricar cócteles molotov caseros para "repeler al ocupante" ruso. Hay ucranianos que huyen y ucranianos que quieren entrar en su país para defenderlo.
El ejército ruso está atacando desde el primer día viviendas de civiles, también en Kiev, y por eso cuando suenan las sirenas antiaéreas la recomendación del gobierno es que los ciudadanos busquen un refugio bajo tierra. Muchos no tienen dónde ir.
Miles de personas tratan de salir del país o al menos irse a zonas rurales alejadas de las ciudades más grandes. La agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, estima que 50,000 personas buscan refugio en países vecinos y ya hay más de 100,000 desplazados internos.
En Kiev hay toque de queda desde las 10 de la noche hasta las 7 de la mañana pero muchas personas solo tienen el metro para refugiarse: desde allí escuchan las fuertes explosiones y el fuego de artillería que anuncia la cercanía del ejército ruso. Se teme un asalto en las próximas horas.
