Nueva York eleva a 21 años la edad mínima para comprar rifles semiautomáticos
Tras la reciente ola de tiroteos que en menos de un mes ha dejado más de 30 personas muertas, legisladores del estado de Nueva York aprobaron una nueva ley que eleva a 21 años la edad mínima para comprar rifles semiautomáticos, como parte de un paquete para aumentar el control sobre las armas.
"Nuestro paquete legal sobre armas, líder en el país, acaba de ser aprobado por ambas cámaras. Nueva York está tomando medidas rápidas para fortalecer las leyes de alertas de seguridad, cerrar lagunas y proteger a las comunidades", escribió en un breve mensaje la gobernadora, Kathy Hochul, que deberá firmar la ley para que entre en vigor.
El anuncio sobre la nueva legislación coincidió el jueves con el día en que el presidente Joe Biden lanzó un enérgico exhorto al Congreso para que concreten una legislación para prohibir los rifles de asalto y otras medidas que frenen los tiroteos masivos. "Paren esto, hagan algo, por Dios, hagan algo (...) Esta vez tiene que ser verdad. Tenemos que hacer algo", clamó el mandatario.
La ley para aumentar el límite de edad con que se pueden adquirir los conocidos como fusiles de asalto fue votado por líneas partidistas, demócratas a favor y republicanos en contra: en el Senado con un resultado de 43 a 20 y por la Asamblea con 102 a 47.
La nueva norma también prohíbe la venta de chalecos antibalas como el que llevaba puesto el asesino de Buffalo, y exigirá que las nuevas armas estén equipadas con tecnología de microfijación que pueda ayudar a los investigadores a rastrear las balas.
Además, después del tiroteo de Buffalo, revisa la conocida ley de "bandera roja", que permite que se solicite ante un tribunal estatal la remoción temporal del derecho a poseer armas de fuego a una persona que pueda representar un peligro.
Como en otros estados, en Nueva York regía la paradoja de que se exigía tener 21 años para poseer una pistola pero se permite que armas largas sean adquiridas a los 18.
La nueva ley no prohíbe a los jóvenes adquirir ciertos tipos de rifles y escopetas al cumplir la mayoría de edad, pero les veta las poderosas armas de asalto y tiro rápido como las que utilizaron los autores de los tiroteos masivos de Buffalo y de una escuela primaria de Uvalde, Texas, ambos de 18 años.
En un comunicado posterior, Hochul agregó que la nueva legislación ofrece los cuerpos de seguridad las herramientas para "evitar un acceso fácil a las armas".
De esta manera, Nueva York se convierte en el primer estado del país en aprobar medidas restrictivas a la compra de armamento tras el tiroteo de Uvalde y las recientes matanzas de Buffalo (Nueva York) y Tulsa (Oklahoma).
Fiscalía de Nueva York amenaza con multas a vendedores de armas que incumplan la ley
Hochul subrayó en el comunicado que el problema de las armas es nacional e instó a los legisladores de Washington a "aprovechar este momento y tomar medidas significativas para prevenir la violencia armada".
Biden también ha pedido a los congresistas que trabajen en normas para prohibir los cargadores de alta capacidad, aumentar la edad para la compra de armas de 18 a 21 años; fortalecer los chequeos de antecedentes, y atender la salud mental.
El presidente ha dejado claro que "no se trata de quitarles las armas a nadie" sino de "tratar de forma responsable a los dueños de armas". Por eso insistió en que los derechos de la Segunda Enmienda "no son ilimitados".
La Fiscalía General de Nueva York mostró mano dura contra el sector de las armas de fabricación casera, sometidas a una legislación muy restrictiva en el estado, y ordenó a casi una treintena de empresas que dejen de vender piezas o se expondrán a multas.
Las armas de fabricación casera (conocidas como 'ghost guns' o armas fantasma) permiten, a partir de kits con piezas, ensamblar armas que son difíciles de rastrear para las autoridades dado que carecen de número de serie, y suelen ser utilizadas por personas que legalmente no pueden acceder a armas.
En abril, el presidente Biden anunció una serie de medidas para combatir las 'armas fantasma' que aparecen cada vez más en los reportes policiales en Estados Unidos.
Son las "armas predilectas de muchos criminales violentos", dijo entonces la Casa Blanca en un comunicado.