EEUU lanzó cerca de 60 misiles Tomahawk contra una base aérea de Siria, en el primer ataque estadounidense contra fuerzas militares del presidente sirio, Bashar al-Asad. Hasta ahora EEUU había luchado de manera indirecta contra el régimen sirio, apoyando a los rebeldes mediante entregas de armas. El ataque se produce después de que el presidente Donald Trump anunciara que estaba reevaluando su postura sobre Siria tras el ataque con un arma química que dejó este martes más de 80 muertos, incluyendo decenas de niños.