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Embarazo

¿Son los 50 la nueva edad para ser madre? Janet Jackson dice que sí

La cantante pop dio a luz en su quinta década. Los expertos nos cuentan por qué este es un escenario cada vez menos raro.
12 Oct 2016 – 08:08 PM EDT
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Especulaciones sobre un posible embarazo de Janet Jackson empezaron en abril cuando pospuso su tour “Unbreakable”. Crédito: Vittorio Zunino Celotto/Getty Images

A los 50 años de edad la cantante Janet Jackson fue madre por primera vez. La noticia de su embarazo se conoció en octubre, después de que ella misma lo confirmara posando con su creciente barriga y las palabras “agradecemos a Dios por nuestras bendiciones”. Este martes, ella y su esposo Wissam Al Mana se convirtieron en padres de un niño al que llamaron Eissa Al Mana.

Los embarazos después de esta edad se han incrementado significativamente en los últimos años gracias a los avances en las técnicas de reproducción asistida. Según la organización AARP, solo en 2013 cada semana nacieron en Estados Unidos un promedio de 13 bebés de madres mayores de 50 años. Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) calculan que esa cifra representa un aumento de más de 165% desde el año 2000.

La proliferación de la donación y congelamiento de óvulos también ha jugado un rol importante en que algunas mujeres esperen cada vez más tiempo para tener hijos. Un estudio reciente de los economistas Naomi Gershoni y Corinne Low, que fue presentado en una cumbre de la European Economic Association en Mannheim, concluyó que las mujeres que viven en países donde estas opciones están disponibles tienden a ser madres más tarde y a concentrarse más en su carrera. No es sorpresa entonces que compañías como Facebook y Apple estén pagando a sus empleadas para que congelen sus ovarios.

"Hay muchas razones por las cuales las mujeres deciden tener un bebé más tarde: por su carrera, seguridad financiera, el cumplimiento de los objetivos personales, viajes, enfermedades y no hay que olvidar que a veces toma años encontrar el 'socio adecuado' con el que podríamos considerar tener un bebé", escribe Sadie Hanson del popular blog Older Mum.

La opinión sobre esos partos tardíos también ha cambiado en los años más recientes, ganando algo más de aceptación. El doctor Mark Sauer, vicedirector del departamento de obstetricia y ginecología en el centro médico de la Universidad de Columbia, recuerda cuando publicó en 1990 un trabajo en el New England Journal of Medicine sobre tratamientos in vitro en mujeres de 40 años: “La gente pensaba que esas mujeres eran realmente viejas”.

Mujeres famosas contribuyeron a volver los partos en la cuarta década algo casi cotidiano, como Nicole Kidman (que tuvo a Sunday Rose a los 41), Halle Berry (a Nahla a los 41), Madonna (Rocco a los 41), Marcia Cross (gemelos a los 44), Susan Sarandon (Miles Guthrie a los 45) o Holly Hunter (gemelos a los 47).

Pero ese techo se ha roto y casos como el de Daljinder Kaur, una mujer de 70 años que se convirtió en madre primeriza en India en el mes de mayo, gracias a tratamientos de fertilidad, han contribuido a ello.

Todavía, sin embargo, existe oposición. El año pasado, una encuesta de más de 2,000 personas en Inglaterra reveló que casi 75% de los encuestados considera cuestionable que mujeres más allá de sus años de fertilidad natural conciban con tratamientos de fertilidad.

¿Cuáles son los riesgos y las ventajas?

La fertilidad de la mujer declina con la menopausia y con ella la calidad de los óvulos. Esto hace que la posibilidad de concebir un bebé sano disminuya significativamente después de los 40 años.

“En general, los embarazos después de más de 50 años son considerados de alto riesgo. Incluso si la madre no tiene problemas médicos sabemos que el riesgo de preeclampsia (presión arterial alta durante el embarazo), diabetes gestacional, aborto involuntario o muerte fetal, parto prematuro y otras condiciones son mayores en las mujeres que esperan más para concebir”, dijo a Univision Noticias la ginecóloga y obstetra Kameelah Phillips, cuya práctica está en Nueva York.

Los bebés también tienen más probabilidades de nacer con bajo peso o de manera prematura, tener síndrome de Down u otras anomalías cromosómicas. En algunos casos el riesgo se duplica y hasta triplica en comparación con las madres que dan a luz entre 20 y 29 años de edad.

“Le recomiendo a las mujeres que deciden ser madres a esta edad que traten de minimizar estos riesgos estando lo más saludable posible antes del embarazo y que sean atendidas por un obstetra de alto riesgo que esté familiarizado con las madres mayores. Es importante que elijan un hospital que sea capaz de hacer frente a las necesidades de esta población especial”, agregó Phillips.

Un estudio de 2012 concluyó que si los embarazos son con óvulos sanos, los riesgos de que el bebé sufra alguna complicación son similares al de las madres jóvenes.

Hay quien considera que las madres mayores no tienen la energía necesaria para criar niños, a quienes podrían no acompañar durante muchos años. “Quizás no tienen la suficiente resistencia” dijo a la revista de ARRP el bioético y profesor Bonnie Steinbock, de la Universidad de Albany en Nueva York.

Con humor Roxanne Jones escribe sobre estas consecuencias en Mothering in the middle: “La maternidad de la mediana edad significa rabietas y sofocos al mismo tiempo. Vino, por favor"; “Mi hijo dejó los pañales casi al mismo tiempo en que empiezo a necesitarlos yo. Estoy molesta”.

Tener mayor experiencia es una de las principales ventajas de tener hijos tardíamente. “Las madres de mayor edad tienden a tener una mejor educación, ser más estables financieramente y seguras de sí mismas. Tienen la experiencia de la madurez y una vida emocional que le sienta bien a la maternidad. Son más propensas a amamantar por más tiempo, por ejemplo, algo que ayuda a proteger contra la depresión posparto”, escribe Hanson en Older Mum.

La doctora Phillips concuerda: "Estas mujeres están a menudo altamente comprometidas a criar bebés sanos y felices. Pasan tiempo de calidad hablando con ellos y ese cuidado ayuda al bebé en el desarrollo de su cerebro, la adquisición del lenguaje y de habilidades motoras".


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