José Alejandro Rivero llegó a la capital del país a bordo de uno de los autobuses enviados por el gobernador de Texas, Greg Abbott. "Muchos de los compañeros que cruzamos no teníamos nada de dinero y la única opción era avanzar", dijo el migrante. Rivero ahora se encuentra en Miami y contó que las autoridades le dieron "un teléfono que es como un GPS para mandar una foto todos los martes, de 10:00 am al mediodía, para saber mi estatus".
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