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México

Cómo el crimen organizado en México recluta niños a través de videojuegos

El gobierno mexicano informó el miércoles sobre la presencia de grupos de delincuentes en plataformas de juego en línea. Ofrecen $390 cada quince días para cometer delitos. “Los grupos criminales están viendo que la hiperconectividad que ha traído la pandemia les genera un área de oportunidad en los videojuegos", aseguró un experto a Univision Noticias.
21 Oct 2021 – 01:36 PM EDT
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El gobierno de México alertó sobre un nuevo método de reclutamiento a través de plataformas de videojuegos que están utilizando grupos de la delincuencia organizada para sumar a sus filas a menores de edad.

El subsecretario de Seguridad Pública de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Ricardo Mejía Berdeja, aseguró que es a través de juegos en línea y redes sociales como estos grupos reclutan a muchachos para convertirlos en “halcones”, quienes están encargados de monitorear las acciones de otros grupos o de la policía.

“Desde el anonimato, sujetos entran a jugar por internet y empiezan este proceso de persuasión, de reclutamiento, como se ha visto en redes como TikTok o Instagram”, comentó Mejía al participar en el informe mensual de seguridad.

Tres menores, un reclutamiento en Oaxaca

Para explicar cómo operan estos grupos, el funcionario detalló que el pasado 9 de octubre, la fiscalía del sureño estado de Oaxaca y la Coordinación Antisecuestro de la SSPC localizaron a tres menores que habían sido reportados por sus familias como no localizados y detuvieron a dos mujeres, quienes los resguardaban.

“Los tres menores rescatados son usuarios del videojuego Free Fire que se caracteriza por poder descargarse desde cualquier dispositivo móvil de manera gratuita, y que tiene un alto contenido de violencia, porque tienen que competir contra otros usurarios y gana el que mata a otros con armas de fuego para sobrevivir”, apuntó Mejía.

Uno de los menores, quien fue identificado como ‘Menor 1’ y que habita en el poblado de Tlacolula de Matamoros, Oaxaca, a unas 23 millas al suroeste de la capital, descargó el videojuego en su teléfono móvil.

El 1 de agosto, ‘Menor 1’ conoció a otro jugador, Rafael, y quien se ganó su confianza. Posteriormente, el menor agregó a Rafael a su lista de amigos de Facebook.

De acuerdo con Mejía, fue Rafael quien le propuso a ‘Menor 1’ trabajar en Monterrey, en el norteño estado de Nuevo León, en un cerro “checando frecuencia de radio y avisar si hay presencia policiaca, lo que se conoce como `'halcón´”. Como pago por sus servicios, Rafael le ofreció al menor 8,000 pesos mexicanos ($390) cada quince días.

“El menor acepta la oferta y acuerdan seguir en comunicación y en su escuela, a dos compañeros, “Menor 2” y “Menor 3”, y los invita también. Acceden y finalmente el ‘Menor 1’ le dice al criminal que los dos compañeros también quieren hacer las mismas actividades y que quieren el mismo pago”, comentó Mejía.


El 4 de octubre, Rafael le dio instrucciones a ‘Menor 1’ para que contactara a dos mujeres, una de ellas a quien la fiscalía identificó como Miriam “N”, en la terminal de autobuses Oaxaca capital. En ese lugar, le aseguró, ellas les entregarían dinero como adelanto para sus gastos de viaje.

El 9 de octubre los tres menores se trasladaron de Tlacolula a la ciudad de Oaxaca para encontrarse con las mujeres en el exterior de la terminal de autobuses. Mejía detalló que una vez que fueron contactados, los menores fueron trasladados con identificaciones falsas a una dirección en el municipio de Santa Lucía del Camino, que es conurbado de Oaxaca. Ahí fueron resguardados.


El subsecretario dijo que fue mediante un trabajo de inteligencia y de un “sicario simulado” como lograron entrar al juego Free Fire para intentar localizar a los menores que habían sido reportados por sus familias como no localizados.

Ese mismo día, los funcionarios encubiertos encontraron a los menores porque estaban jugando en vivo. “Se puede rastrear la ubicación y es cuando elementos de la Fiscalía y la policía rescatan a los menores y detienen a Miriam, que ya está vinculada a proceso penal”, relató Mejía.

Un intento fallido de reclutamiento a otro menor

La historia de los Menores 1, 2 y 3 se suma a la que dio a conocer en septiembre pasado el reportero mexicano Óscar Balderas. Se trata de un menor de edad, quien fue identificado como Alfredo y que el 18 de octubre se encontraba jugando Grand Theft Auto 5, también conocido como GTA5, en su consola Xbox 360.

Esa madrugada, alrededor de las 3:00 am, el menor fue contactado por un usuario que se hacía llamar “EL KIL0Z CDN”. “CDN”, por Cartel del Noreste, una escisión de los Zetas.


La imagen de perfil, dijo el reportero en su reporte para la cadena mexicana MVS, era el de un joven de no más de 18 años con un chaleco antibalas, una pashmina y un casco militar, la estampa de un niño sicario.

En conversación con Univision Noticias, Balderas aseguró que EL Kil0Z CDN creó un evento dentro del juego Grand Theft Auto 5 “llamado ‘Zetas vieja escuela- 35 Batallón que era con el que estaba invitando a menores de edad que estaban jugando el GTA5 para que se unieran y pudiera darles información sobre reclutamiento para unirse al cartel”.

Una nueva forma de reclutamiento

Consultado sobre si las plataformas de videojuegos en línea son una nueva forma de reclutar muchachos por parte de los grupos criminales en México, Balderas aseguró que, aunque el fenómeno del reclutamiento a través de plataformas electrónicas o digitales no es nuevo —ya lo han utilizado organizaciones terroristas internacionales en el pasado— en México , sí lo es.

“Los grupos criminales están viendo que la hiperconectividad que ha traído la pandemia les genera un área de oportunidad en los videojuegos. ¿Cómo? A través de los multijugadores, básicamente”, comentó.

El reportero especializado en temas de seguridad, y que en los últimos dos años ha entrevistado a una veintena de niños sicarios para un documental en el que actualmente trabaja, sostuvo que es preocupante que el subsecretario de seguridad pública sostenga que los jóvenes reclutados por el crimen organizado se dediquen “a una actividad en particular como ser ‘halcones’”.

“Cualquier chico que trabaja para el narco te dice que no existe como tal esta división de funciones”, comentó Balderas. “Quien la hace de halcón, la hace de halcón hoy y a las 5 de la tarde está de sicario y a las 6 de la tarde lo ponen a cobrar la renta de los negocios que extorsionan y a las 8 lo traen en la pisca de droga”.

“Cuando un cartel recluta, no recluta pensando ‘ah nos faltan tres halcones’ o ‘andamos sobrados de sicarios’. Están reclutando menores de edad para hacer una serie de actividades que van desde cosas muy sencillas como pesar la droga con una basculita hasta cosas muy graves como participar en el sicariato o en cobro de un secuestro”, sostuvo.

Motivaciones de los menores para sumarse

Para entender este fenómeno, Balderas resaltó que hay que analizar las motivaciones que tienen los muchachos para sumarse a los grupos delincuenciales que, dijo, no solamente son por cuestiones económicas.

“Tiene que ver con un sentido de pertenencia, de encontrarse con una comunidad que lo reconoce porque tal vez en su familia no está reconocido, en la escuela no está reconocido”, comentó. “Cuando no encuentran (los menores) este sentido de pertenencia van a la pandilla, van al cartel y en muchas ocasiones no es el dinero lo que buscan sino esos objetos del fetiche que han hecho los carteles que (para ellos) son señales del éxito personal”.

“La banda (los jóvenes de barrio) en la Ciudad de México ve como objeto del éxito unos tenis Jordan, estos son el ejemplo de que un chico está en la cúspide de su poder; una moto, por lo general una Italika; y un iPhone”, ejemplificó.

Balderas sostuvo que los jóvenes que venden en un mercado del centro de la ciudad pueden ganar los 8,000 pesos que le ofrece el narco, “pero lo que necesitan es el dinero extra, que eso es un tema de ambición, para llegar a esos objetos del deseo. Necesita el dinero extra para sacar la moto y poder pasearse por el barrio porque la moto lo hace alguien por primera vez en el barrio”.

El reportero concluyó que para llegar a obtener los objetos del deseo, "el camino más corto, es trabajar con ellos". "¿Cómo se logra?”, preguntó a lo que él mismo respondió: “a través del reclutamiento que está hoy ya a través de los videojuegos”.

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