La Autoridad de Transporte del Sureste de Pensilvania (SEPTA) intenta cerrar un déficit presupuestario, de alrededor de 213 millones de dólares, el cual afectaría a los usuarios del transporte público, quienes en su mayoría son hispanos. La entidad pretendería eliminar 50 paradas de autobús y reducir en algunas el servicio que presta entre semana y los finde se semana.