¿Qué es la osteopatía?
La palabra osteopatía deriva de osteon (hueso en griego) y de pathos (sufrimiento). No es por lo tanto nada extraño que este término designe a una medicina manual, donde el esqueleto juega un papel predominante.
Definición y principios de la osteopatía
Para los osteópatas, las diferentes estructuras del cuerpo tienen la capacidad de moverse con total libertad. Cuando una pérdida de movilidad aparece a nivel de los músculos, las vísceras, o del cráneo, aparecen una serie de síntomas.
A la vez preventiva y curativa, este medicina manual tiene por objetivo equilibrar las estructuras osteoarticulares y viscerales que han perdido su movilidad. Considera, en efecto, que todas las partes del cuerpo están conectadas entre sí.
Cabe destacar la existencia de una osteopatía craneal. Esta forma particular de osteopatía, cuya práctica se basa en la palpación de los huesos del cráneo, suele ser desprestigiada por el resto de osteópatas.
Historia de la osteopatía
La osteopatía fue fundada en 1874 por un médico americano, el Dr Andrew Taylor Still, a partir de conceptos sacados de la medicina antigua griega y egipcia, así como de la medicina del Renacimiento. El Dr Still formula el postulado según el cual la "estructura gobierna la función", la idea es que la conservación de la salud pone en juego un equilibrio del esqueleto óseo, y este último garantiza a su vez el buen funcionamiento de los sistemas nervioso, muscular y circulatorio.
La escuela británica de osteopatía fue creada en 1918 en Londres por un alumno de Still, John Martin Littlejohn. En Francia, esta práctica será confidencial hasta los años 1950 y 1960, años durante los cuales el Sindicato Nacional de Osteópatas fue fundado. El éxito de esta medicina manual comenzará verdaderamente en los años 1970.
¿Cómo se practica la osteopatía?
Para establecer su diagnóstico, el osteópata debe averiguar dónde se sitúa la lesión osteopática, analizando la movilidad de las diferentes estructuras corporales. El tratamiento se basa en unas técnicas de presión y de elongación, así como en unas manipulaciones vertebrales y a veces del cráneo.
Las patologías concernidas son variadas y no se limitan a las afecciones de la columna vertebral, como la ciática, el lumbago, la tortícolis, los dolores de hombros, de costillas, las enfermedades del aparato locomotor como la artrosis, las consecuencias de traumatismos... Los osteópatas se encargan también de problemas tan diversos como los dolores de cabeza o los vértigos, la ansiedad, los desarreglos del sueño, el asma, las colitis, y los problemas relacionados con el embarazo.
En resumen, los osteópatas admiten que esta medicina manual no se adapta a las enfermedades graves, puramente orgánicas, o que se acompañan de estados infecciosos o inflamatorios. La osteopatía se dirige más bien a patologías funcionales, donde el cuerpo y la psique están implicados.
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