Esta receta de lasaña de zapallito es una buena forma de decirle adiós a la carne
¡Porque no necesitamos comer tanta carne!
¿Estás pensando qué preparar para el almuerzo de domigo? Pues tengo por aquí una idea que de seguro te encante.
Se trata de una receta de lasaña de zapallito (¡sin carne!) para la cual no necesitas un título de master chef y probablemente se vuelva una de tus comidas favoritas.
Esta receta es para dos personas, pero claro que si quieres puedes agrandarla más y más.
Precisarás:
- 9 tapas de canelones de 10 cm de diámetro cada una (tienes aquí la receta)
- 2 zapallitos grandes
- 1 cebolla mediana
- ½ pimiento rojo pequeño
- 4 huevos cocidos en láminas
- sal a gusto
- hierbas aromáticas: todas las que se te antojen.
- 200 g de mozzarela en fetas
- 200 g de queso sándwich en fetas
- 2 tazas de leche
- 2 cucharada de harina
- 2 cucharada de manteca
- Nuez moscada
Si no quieres utilizar tapas de canelones: aprende a preparar masa para lasaña.
Para prepararla:
Puedes comenzar preparando el relleno. Lo primero que debes hacer es cortar los zapallitos en finas rodajas y hervirlos con un poco de sal (también puedes optar por freír, pues de las dos formas queda muy bien). Luego puedes freír la cebolla y el pimiento hasta que doren y condimentar con las hierbas. Normalmente elijo unas ramas frescas de tomillo.
Lo siguiente es preparar la salsa blanca o bechamel. Para esto tienes que disolver muy bien la harina y la leche en una cacerola. Una vez disuelto, agrega la manteca y lleva a fuego bajo. Debes revolver constantemente para que no se formen los tan detestables grumos ni se pegue en el fondo. Cuando la manteca se disuelve, la mezcla llega a su punto de ebullición y queda bien espesa, significa que la salsa ya está pronta. Para condimentar, usa un poco de sal y nuez moscada.
Lo que viene ahora es el armado:
En una forma para horno pequeña coloca la primera capa de tapas de canelones, esparce encima el zapallito, la cebolla y el pimiento, las láminas de huevo cocido, la salsa blanca, el queso sándwich y el mozzarella (en este orden). Repete una vez más y finaliza con una capa más de tapas y fetas de mozzarella.
Por último debes llevar la forma al horno y esperar hasta que la mozzarella quede dorada (¡tranquila! No llevará muchos minutos!)
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