5 maneras en las que nuestras abuelas nos ayudaron a disfrutar de nuestro tiempo en la cocina
Mi abuela fue la mejor cocinera del mundo. En su casa había comida disponible a cualquier hora del día, en caso de que fuera a recibir visitas. La hora de cocinar era casi un ritual religioso. Preparaba todas sus salsas en casa y era capaz de cocinar sin problemas para un sinnúmero de personas.
Fueron muchas las lecciones que aprendí de ella durante mi vida. Una de las más importantes fue el amor por la cocina, fundamental para nosotros los latinos.
En honor a mi querida abuela, aquí recuerdo algunas de las cosas que aprendí de ella.
#1-Cocinar con amor
Muchas veces nos preguntamos las razones por las que la comida no nos queda de la misma manera que a nuestras abuelas. La respuesta es sencilla: si cocinamos con ganas y amor, justo como lo hacían ellas, todo sabrá mejor.
#2-Tomándome mi tiempo
Para perfeccionar tus recetas es importante que dediques tiempo a estar en la cocina. Mi abuela siempre me recomendó estar más tiempo allí para poder experimentar con recetas y disfrutarlas. ¡Una gran verdad!
#3-Hablando
La hora de la comida debe ser un asunto de todos. Involucra a tus hijos, amigos y a toda la familia. Aunque no estén ayudando en la preparación, sí aportan al espíritu de comunidad en el hogar y a la buena conversación.
#4-Los mejores trucos
Los trucos para preparar la mejor sopa se los debo a mi abuela. La experiencia y sabiduría en la cocina no tiene precio y es algo que tenemos que aprovechar al máximo de ellas.
#5-La comida casera es mejor
No hay nada como la comida de abuela, punto. Ellas mejor que nadie saben cómo cocinar con ingredientes frescos. También conocen el secreto para resaltar los sabores y hacer que las comidas tengan un sabor único.
Pídele a tu abuela todos esos truquitos que hacen que la comida sepa deliciosa. ¡Ella es nuestra mejor maestra!