Vecinos de la comunidad encontraron a la mujer, embarazada de 7 meses, bañada en la sangre de su marido, quien estaba decapitado en el suelo. A pesar de haber sido entregada a las autoridades, la jueza estuvo de acuerdo con la versión de la acusada, quien aceptó haber cometido el delito, pero afirmó haberlo hecho en legítima defensa.