La falta de lluvias en Texas de 2022 es comparable la "gran sequía" de 2011
SAN ANTONIO, Texas. - En medio de la ola por calor que azota a Texas, el estado también experimenta una sequía extrema y excepcional que afecta severamente el centro de la región, según el monitor de sequía de Estados Unidos.
Incluso, según expertos, este evento es comparable con la sequía que se registró en 2011, una de las peores en la historia del estado de Texas.
La poca lluvia que ha caído en la zona y las altas temperaturas han dejado ríos secos y acuíferos con bajos niveles de agua, por lo que las cuatro ciudades principales de Texas -Austin, San Antonio, Houston y Dallas- han implementado medidas para conservar este recurso.
Imágenes satelitales revelan que, desde el espacio, la sequía se muestra con un color marrón pálido que cubre al estado, que significan grietas grandes en el suelo, incendios forestales y, en algunas ciudades, pérdidas de cultivo.
Esta falta de agua es comparable con la “gran sequía de 2011”, según Orlando Bermúdez, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés) de Austin/San Antonio.
“Para tener una comparativa, esta sequía se acerca a una sequía histórica que hubo en 2011. En junio de este año, tuvimos récords de temperaturas de 108 grados Fahrenheit (F°), que no son usuales para esta fecha. El pasado 11 y 13 de julio, se rompió récord. Ambos días con 107 grados. Estas altas temperaturas y la falta de lluvia es lo que ha hecho que veamos y sintamos la sequía que estamos viviendo”, explicó el experto.
Existen varias similitudes entre las circunstancias que predominaron en 2011 y las condiciones meteorológicas de 2022.
En ambos años, las condiciones de sequía estuvieron dominando en Texas y las temperaturas fueron muy cálidas en gran parte del sur de los Estados Unidos.
En 2011, el patrón climático de La Niña generó la persistencia de una alta presión sobre el centro y sur del país. Esta alta presión es la causante del incremento en las temperaturas y también es la responsable de mantener las lluvias alejadas del territorio.
De acuerdo con Bermúdez, estas condiciones también se están viendo este año.
Sequía y altas temperaturas: fenómenos distintos que pudieran cambiar el clima de Texas
Ciertamente, la sequía y el calor son dos fenómenos estrechamente relacionados. El sol calienta la superficie y, al estar el suelo muy seco (sin vegetación), se calienta rápidamente y genera calor que es devuelto a la atmósfera, aclaró Bermúdez.
Un estudio del Departamento de Climatología de la Universidad de Texas A&M, que se realizó luego de la sequía de 2011, reveló que La Niña jugó un papel clave en la falta de lluvias, mientras que el cambio climático fue un factor que contribuyó a las altas temperaturas.
John Nielsen Gammon, climatólogo y profesor de Texas A&M, aclaró que las sequías no son un efecto del cambio climático porque “no hay una disminución clara en las cantidades de precipitación debido al cambio climático, pero hay una clara tendencia al calentamiento debido al cambio climático”.
Asimismo, Texas ha visto un aumento en la temperatura en las últimas décadas, un poco más rápido, pero en línea con los aumentos de temperatura global.
En este momento, las temperaturas promedian entre 1.5 °F y 2 °F más cálidas que el promedio del siglo XX, señalan los datos analizados por el climatólogo.
Entonces, ¿se esperan sequías más largas y duraderas en Texas?
Las proyecciones climatológicas a largo plazo son inciertas. Sin embargo, “Texas se encamina a ser un estado mucho más árido, con menos agua en los suelos, una pérdida más rápida de agua de los embalses y una mayor necesidad de agua para los cultivos de regadío”, detalló Nielsen Gammon.
También expuso que, por definición, la sequía es un fenómeno temporal. En otras palabras, si tenemos más sequías, se debería tener más períodos húmedos para mantener las mismas condiciones promedio.
Sequía e inmigración: uno de los retos del siglo XXI
Como bien señala el Informe Groundswell del Banco Mundial, “el cambio climático es un motor de migraciones”.
De hecho, explica que cada vez más personas se movilizan de las zonas rurales hacia ciudades por “problemas relacionados con el clima, como la escasez de agua, la caída en la productividad de los cultivos y el aumento del nivel del mar”.
El denominado Valle Inferior del Río en Texas, por ejemplo, se distinguen por su clima árido, propicio para el cultivo de cítricos, caña de azúcar, papas, espinacas y otras verduras tolerantes al calor.
Sin embargo, entre los principales desafíos que enfrenta se incluye la calidad y conservación del agua.
"Dado que las áreas rurales tienden a depender de la agricultura, la sequía puede hacer que la agricultura sea cada vez más inviable, particularmente dentro de las comunidades que tienen medios limitados para adaptarse a diferentes cultivos. Por lo tanto, la sequía tiende a acelerar el movimiento de poblaciones de las zonas rurales a las ciudades, donde hay disponible más diversidad de puestos de trabajo", dijo Nielsen Gammon.
Asimismo, añadió que "un efecto similar aumentaría la demanda de migración a los Estados Unidos, siempre que haya diversas oportunidades de empleo disponibles en el país".
Por ejemplo, algunos han sugerido que la sequía en Guatemala fue uno de los factores que hizo que la vida en las zonas rurales de este país centroamericano fuera menos sostenible y que la migración a los Estados Unidos fuera más atractiva.
Imágenes satelitales muestran cómo se ve la sequía del 2022 desde el espacio