Cuidados básicos para cultivar arvejas con éxito
Arvejas…tan versátiles. Hay miles de recetas que las destacan en preparaciones gastronómicas. Y son un montón las presentaciones en las que nos las ofrece el mercado. Secas, frescas, enlatadas o en harinas son solo algunas de ellas. Pero, como siempre decimos, en ningún lugar vamos a encontrar unas arvejas tan buenas como las de nuestra huerta.
Quizás no sean perfectas pero tienen el plus de tu trabajo y dedicación, y la certeza de ser un producto natural.
Requerimientos
1. Temperaturas
No es una planta muy tolerante a las temperaturas extremas. Por eso en algunas zonas de nuestro país (como Buenos Aires) se siembra en otoño, ya que nuestros inviernos no son tan duros. El rango de temperatura ideal para su crecimiento va entre 16ºC y 20ºC, pero soporta muy bien mínimas de hasta 6ºC y máximas de hasta 30ºC.
Una de las precauciones más importantes que hay que tener para cuidar nuestras plantas de arvejas es la protección en época de heladas. ¿Cómo? Podés sembrarlas en lugares protegidos por árboles o paredes o improvisarle un techito cuando se anuncien probabilidades de helada.
2. Suelo
Bastará con un suelo ligero con pocas horas diarias de sol para elegir su ubicación. Esto ayudará a mantener constante la humedad ideal y que los riegos no sean tan continuos. Y hay que estar atentos, porque suelos arcillosos y excesivamente húmedos probablemente perjudicarán tus plantas de arvejas.
3. Tutores
Una de las tareas más importantes, y que no podemos pasar por alto es el armado de tutores. La flacidez de los tallos de la planta de arvejas, como de la mayoría de las leguminosas, los orienta inevitablemente hacia el suelo. Y como ya debés saber, esto aumenta la humedad en las hojas, facilitando la aparición de hongos y enfermedades.
Hay muchísimas formas de armar estructuras que sirvan de tutores para las plantas. Así que no deberías tener inconvenientes para adaptarlos al estilo de tu jardín, y al presupuesto de tu bolsillo. Pero por supuesto, no tenés que perder de vista cual es su función. ¿Y cuál es? Sostener y mantener erguidas las plantas. O sea que tienen que ser estructuras suficientemente grandes y firmes en las que puedas ir enredando o atando las plantas a medida que vayan creciendo.
Si las vas a atar, te recomiendo hacerlo con tiras de tela, y no apretar demasiado. De esta manera evitarás lastimar los tallos.
En el próximo artículo de Huerta en casa, hablaremos de un producto que en la era de los vegetarianos y los veganos, ha surgido con mayor intensidad, te voy a contar cómo obtener tus propios brotes de soja.
Soy una apasionada de la estética y la belleza. Transmitir lo que he aprendido es otra de mis pasiones. Te invito a ser parte del mundo de los que amamos la naturaleza siguiendo mi columna: Huerta en casa.