En Texas,
los autobuses escolares tienen un color inconfundible: amarillo intenso. No es casualidad ni cuestión de gusto. Es seguridad, es ley y es
una tradición que nació hace más de 80 años en Nueva York y que hoy protege a millones de estudiantes en todo Estados Unidos. Crédito: Adobe Stock
El color que salva vidas
Ese amarillo, llamado oficialmente National School Bus Glossy Yellow, no está elegido al azar. Es un tono que el ojo humano detecta con rapidez, incluso de reojo. Al amanecer o al caer la tarde, cuando los niños suben o bajan del bus, destaca más que el rojo o el blanco. Y las letras negras pintadas sobre ese fondo se leen con nitidez. En números: la visibilidad del amarillo puede ser hasta 1.2 veces mayor que la del rojo.
La idea es simple y contundente: que ningún conductor pueda decir que “no lo vio”. Crédito: Adobe Stock
De Nueva York a Texas: la conferencia que cambió el transporte escolar
El estándar nació en 1939, cuando el profesor Frank W. Cyr reunió a expertos y representantes de los 48 estados en Teachers College, en Nueva York. Durante una semana definieron 44 reglas: dimensiones, seguridad… y el color.
De ahí salió el “National School Bus Chrome”, que usaba pigmentos con plomo. Con los años se cambió la fórmula, pero el color quedó.
Desde entonces se convirtió en el código FS 595a–13432 y en el sello de los autobuses escolares.
Texas adoptó esas especificaciones y hoy no hay vuelta atrás: un autobús escolar debe ser amarillo. Crédito: Adobe Stock
Lo que dice la ley en Texas
El Departamento de Seguridad Pública de Texas especifica con claridad: todo autobús escolar debe pintarse de amarillo oficial.
Y agrega una restricción: los “activity buses” (los que llevan estudiantes a juegos o actividades, pero no de casa a la escuela) no pueden usar ese color para evitar confusión.
Además, algunos distritos permiten pintar el techo de blanco. No es estética, es funcional: en pruebas bajo el sol texano, esa franja blanca bajó la temperatura interior hasta 10 °F. Crédito: Adobe Stock
Cómo deben reaccionar los conductores
Aquí no hay excusas. Cuando un autobús escolar en Texas enciende las luces rojas intermitentes y despliega el letrero de STOP, la orden es clara: alto total. Si vas en cualquier dirección, debes frenar.
Solo hay una excepción: en carreteras divididas por camellón o barrera física, si el autobús está en el otro lado.
Las multas son severas: entre $500 y $1,250 la primera vez. Si reincides, puede llegar a $2,000 y hasta perder la licencia por seis meses.
Y si un conductor causa lesiones graves, la sanción sube a delito mayor. Crédito: Adobe Stock
Más seguridad en camino: cinturones obligatorios
En 2017 se comenzó a exigir cinturones de tres puntos en los autobuses nuevos. Pero en 2025, Texas fue más allá. Con la nueva ley SB 546, los cinturones se volverán obligatorios en todos los autobuses escolares que transporten estudiantes. La medida empezará a aplicarse este 1 de septiembre de 2025 y los distritos tendrán hasta 2029 para cumplirla. El objetivo: que cada niño viaje con el mismo nivel de seguridad que tendría en un auto familiar. Crédito: Adobe Stock
Preguntas rápidas
¿Todos los autobuses de Estados Unidos son amarillos? No. El estándar nació como recomendación nacional, pero cada estado lo adopta. Texas lo aplica al pie de la letra.
¿Por qué algunos techos son blancos? Para reflejar el calor y bajar la temperatura interior en verano.
¿Qué tan seguros son comparados con un auto? Los estudiantes están hasta ocho veces más seguros viajando en un autobús escolar que en un auto particular. El mayor riesgo ocurre al cruzar la calle, no dentro del vehículo. Afirman las autoridades en Texas. Crédito: Adobe Stock
Consejos prácticos para hoy
Maneja con precaución cerca de escuelas y paradas.
Respeta siempre las señales del autobús. Ante la duda, detente.
Enséñale a tus hijos que crucen al frente del bus solo cuando el chofer lo indique.
Pregunta a tu distrito escolar sobre los plazos para instalar cinturones. Crédito: Adobe Stock